New York, a pura magia

New York, a pura magia

Se escuchan los últimos acordes de su ecléctica música y la bella Christine se despide de él con la famosa frase: beautiful creature of the darkness (bella criatura de la oscuridad). El público estalla en aplausos y termina otro función de la obra récord de Broadway, El fantasma de la ópera, que fue estrenada en 1988 y desde ese momento estuvo en cartel de forma ininterrumpida. Los artistas saludan, se retiran y la obra finaliza, pero la noche de New York recién comienza.
¿Cómo definir a New York? ¿Diciendo que tiene casi nueve millones de habitantes y miles de kilómetros cuadrados de superficie? Todo eso es cierto; pero esta ciudad, que es una de las más cosmopolitas del mundo, se distingue mejor por su ritmo único y alocado, que vibra tanto de día como de noche. El glamour de los mejores restaurantes y las marcas top en la Quinta Avenida contrastan con los cientos de puestos ambulantes que venden todo tipo de comidas, donde es absolutamente normal ver a los ejecutivos, con sus lujosos relojes, comiendo al paso alguna preparación oriental, mientras discuten negocios millonarios. Afortunadamente, hay New York para todos los gustos.
Caminar por el Central Park y pararse frente al memorial de John Lennon, visitar el Museo de Ciencias Naturales -inmortalizado en la película Una noche en el museo – y asistir a algún espectáculo, ya sea de música o deportes, en el Madison Square Garden son programas imposibles de excluir de ninguna agenda.


Muchos creen que el seudónimo de Gotham City, como también se conoce a New York, proviene de la ciudad ficticia en donde vivía el justiciero Batman, pero en realidad esta denominación tiene como origen una historia verídica. Los habitantes de Gotham (Nottinghamshire, Inglaterra), que en cierta ocasión fueron visitados por el Rey, se hicieron pasar por locos para evitar los costos que debían pagar por dicha visita, algo que era muy común en esa época. Tiempo después, el cuentista Washington Irving lo aplicó a “La Gran Manzana” porque consideraba que era una ciudad habitada, justamente, por locos.

Recorrido interminable
Pero más allá de las incontables atracciones turísticas, la ciudad y sus alrededores son sumamente interesantes para recorrer minuciosamente. Una forma práctica de conocerla a fondo es utilizando los micros de doble piso y techo abierto que la atraviesan de sur a norte y de este a oeste. Sus recorridos salen de Manhattan y llegan a lugares como Brooklyn y Bronx, fuera de la isla. Básicamente, los turistas pueden subir y bajar de los buses las veces que se deseen y aprovechar para conocer a pie cada uno de puntos notables que ofrece esta ciudad. En cada asiento hay conexión para auriculares que le son provistos a los visitantes con la compra del boleto, y las explicaciones con datos históricos y particularidades de cada lugar que se visita están en casi todos los idiomas.
La zona de Time Square está empapelada con carteles luminosos que brillan más que el sol. Con su cuenta regresiva, es definitivamente el lugar más famoso del mundo para comenzar el Año Nuevo. Desde allí se puede abordar el bus para arribar al primer punto de interés: el histórico Empire State, que con sus con sus 443 metros fue el edificio mas alto del mundo durante 40 años. Irónicamente, con el atentado a las Torres Gemelas, volvió a ser el edificio más alto, pero únicamente de New York y por un corto período de tiempo.
Macy’s es otro de los puntos que se ven desde el micro. Supo ser una de las tiendas de compras más grandes del mundo, ocupando nada menos que una manzana y compitiendo en los años ’30 con la londinense Harrods. El tour continúa por el Barrio Chino y Soho South Houston Street, pero en el trayecto definitivamente hay que bajar en Ground Zero, caminar unos metros y sentir en carne propia el impacto de aquel día que cambio al mundo, el 11 de septiembre de 2001. Las dos fuentes de color negro, con agua que se sumerge en las entrañas de la Tierra, están emplazadas en el mismo lugar donde se alzaban los edificios derribados; un escenario impresionante y conmovedor. A muy pocos metros de allí está el edificio más alto del mundo occidental, prueba fehaciente de que este país, ya sea por su economía, política o liderazgo mundial, tiene un gran poder de recuperación.
Luego de varias horas y paradas se retorna al punto original en donde se tomó el micro, o simplemente se puede finalizar el recorrido en algún otro lugar y seguir el trayecto a pie.
New York conquista, atrapa y enamora en todos sus aspectos. The city that never sleeps (la ciudad que nunca duerme), que Frank Sinatra inmortalizó a través de su música y letras, vibra y contagia su magia a todo aquel que la visita.

Datos útiles
– ¿Cómo llegar?
Muchas aerolíneas hacen el trayecto Buenos Aires/ New York. Hay pasajes desde $ 22.000, dependiendo de la época del año.

– ¿Dónde alojarse?
El hotel Park Central (www.parkcentralny.com) es una muy buena opción tanto por su precio y calidad como por su ubicación, ya que se encuentra a metros del Central Park. Otra alternativa para disfrutar a pleno la ciudad es el Waldorf Astoria (www.waldorfnewyork.com). Lujo y sofisticación son sus principales atributos. Además, cuenta con spa y un gimnasio muy completo.

– Un día en Nueva York:
Por la mañana se disfruta caminar por el Central Park y visitar el memorial de John Lennon.
Almorzar en Bull & Bear Steakhouse, una hamburguesería cinco estrellas en el hotel Waldorf Astoria, vale la experencia.
Por la tarde es buena idea recorrer la ciudad y alrededores con los micros de doble piso.
Cenar en el descontracturado, pero no menos sofisticado, restaurante Cipriani (www.cipriani.com), otra buena opción.
EL CRONISTA