Viaje a las estrellas: se estrenó la nueva Cosmos

Viaje a las estrellas: se estrenó la nueva Cosmos

Por Nora Bär
Ante espectadores indecisos entre sentir nostalgia o deslumbramiento, en marzo se estrenó en el país la nueva versión de Cosmos, la serie que hace algo más de tres décadas convirtió en estrella mediática al astrofísico Carl Sagan, director del Laboratorio de Estudios Planetarios de la Universidad de Cornell y pionero de la búsqueda de inteligencia extraterrestre.
Esta vez es el astrónomo Neil de Grasse Tyson, director del Planetario Hayden de Nueva York y uno de los más populares comunicadores de la ciencia en los Estados Unidos, el encargado de tomar los controles de la nave “imaginación” para llevarnos en un recorrido que abarca desde los infinitesimales territorios de la vida hasta los confines del universo.
Con una producción que no ahorra recursos técnicos y lanzamiento en simultáneo por cinco canales, el primero de los 13 capítulos, que se emitirán en 170 países y 48 idiomas, retoma algunos leit motivs del original (como la frase inicial: “El cosmos es todo lo que es o lo que fue o lo que será alguna vez”, o el maravilloso ejemplo del “calendario cósmico”, que ubica todo lo que sabemos de la cultura humana a partir de la invención de la escritura en los últimos segundos antes de la medianoche de un imaginario día que condensa la historia conocida del universo en 24 horas). Pero por supuesto introduce innovaciones que dan cuenta de la lujuria audiovisual posible en la actualidad y de los avances científicos registrados en estos años.
El resultado es una superproducción vertiginosa, aunque probablemente para el público actual menos sobrecogedora que la original, a juzgar por los comentarios de las redes sociales. Un aspecto mencionado negativamente por muchos espectadores fue el de las animaciones, que carecen de encanto.
Sagan estaba imbuido de un particular aliento poético y cada línea del guión de la serie -y del libro profusamente ilustrado que se editó a partir de ella (Editorial Planeta, 1980)- exhalaba imágenes emotivas. Como cuando dice: “Flotamos en el cosmos como una mota de polvo en el cielo de la mañana”, o cuando afirma que los brazos en espiral de la Vía Láctea son “un río de estrellas pasando a nuestro lado”. Neil de Grasse Tyson, que tiene un físico imponente (fue campeón de lucha en la universidad), es conocido por su humor irónico y por su espontaneidad, pero en el programa es menos personal.
Esta nueva edición, con guión del también astrónomo Steven Soter y de Ann Druyan, la tercera y última mujer de Sagan, incluirá los episodios “Evolución molécula a molécula”, sobre los mecanismos de la selección natural; “Cuando el conocimiento venció al miedo”, sobre el nacimiento de la ciencia y los cometas de la nube de Oort; “Ocultas a plena luz del día”, en el que se presentan las claves del universo que contiene la luz; “Tiempo, espacio y fantasmas”, una exploración de cómo la luz, el tiempo y la gravedad se combinan para distorsionar nuestra percepción del universo; “Átomos violentos”, en el que se visitan el zoológico subatómico y la emergencia de la vida; “Tiempo antes del tiempo”, sobre la tempestuosa juventud de la Tierra y los métodos que se emplearon para conocer su verdadera edad; “La paradoja de las hermanas del Sol”, acerca de la historia inédita de las astrónomas de principios del siglo XX que, dirigidas en Harvard por dos mujeres sordas, catalogaron las estrellas, y de la joven británica que trabajó con ellas, cómo desafió al experto más importante del mundo y cómo descubrió la verdadera composición de las estrellas.
La propuesta es más que tentadora y, aunque la tarea de sorprendernos, conmovernos y motivarnos es seguramente más exigente que en los años ochenta, porque somos menos inocentes en materia de documentales científicos, el tapiz de desvelos humanos, fantasía y misterios revelados que conforma la ciencia de todos los tiempos seguramente consumará su magia para atraer a entendidos y profanos.
Apelando a la curiosidad y el deslumbramiento que produce el universo, según informa Nat Geo, Cosmos fue vista por 750 millones de personas en más de 175 países a lo largo de estos treinta y tres años. Con los nuevos recursos y la expansión de los medios electrónicos, todo hace prever que esta reedición tiene buenas posibilidades de igualar o superar esa cifra.
LA NACION