Querid@, invité a mamá de vacaciones

Querid@, invité a mamá de vacaciones

Por Adriana Ferreiro
Llevar a la suegra de vacaciones -porque es lo que debemos hacer- nunca fue una decisión motivada por una actitud madura y sensata. Estas cuestiones familiares (antes resueltas por un rígido protocolo social) hoy tienden a analizarse en cada grupo familiar, con la consideración de cada caso. Es que tomar la decisión de llevar a la suegra de vacaciones no es nada sencillo.
Antes de tirarte a la pileta es importante tener en cuenta algunas variables como la personalidad de la suegra, las características del grupo familiar y la relación de la familia con esta invitada potencial. Para ser lo más imparcial posible (no sea cosa de dejarse llevar por experiencias propias o ajenas) consultamos a Santiago Gómez, un asesor psicológico con experiencia en vínculos, para que decidas con menos temor a equivocarte.

LA ADAPTABILIDAD
Una de las primeras consideraciones es analizar la personalidad y la conducta de la suegra para saber qué tanto podrá adaptarse a la familia. Las personas más dúctiles y flexibles suelen tener una mejor adaptación y relación familiar que las más parcas e intolerantes a las diferencias que surgen entre las generaciones. Si tu suegra es de las que se adapta con facilidad, las vacaciones serán más armónicas y serenas. En cambio, si es de las intolerantes, los conflictos familiares no tardarán en aparecer. Antes de poner en la balanza los pro y los contra tené en cuenta si se trata de una persona positiva, si es sociable, alegre y está predispuesta a ayudar a la familia.

EL ESPÍRITU
Además de la edad cronológica hay que considerar su edad del espíritu. Un espíritu joven determinará una mejor actitud y mayor predisposición para adaptarse a su nuevo rol en la familia. Es que las abuelas pasan de protagonistas a personajes secundarios y colaboradoras, y no todas están dispuestas a aceptar este papel. Hay suegras que tienen una buena predisposición para compartir y quedarse con los nietos cuando surge la necesidad de hacerlo, y otras con las que no se puede contar porque no están dispuestas a resignar nada de sus actividades personales. Además, si tu suegra es invasiva y dependiente, la convivencia se hará muy dificultosa.

LA RELACIÓN CON LA FAMILIA
Si bien el vínculo suegra-nuera o suegra-yerno es famoso por un supuesto estado de tensión (por algo el título hace alusión a este vínculo y no al de madre-hijo), el verdadero origen de las tensiones de una familia se genera en los vínculos directos. Si se trata de una relación de sobreprotección entre la madre y el hijo puede resultar muy perjudicial compartir las vacaciones, porque se darán situaciones de competencia y celos. Si tu suegra es controladora y dominante, definitivamente no será buena compañía para las vacaciones. Además hay que tener en cuenta que la convivencia full time empeora los niveles de tolerancia y agudiza las tensiones.

LOS TIEMPO DE CONVIVENCIA
Conviene moderar los períodos de convivencia y debe apuntarse a un buen equilibrio durante todo el año. Si se pasa mucho tiempo juntos se corre el riesgo de peleas y discusiones más frecuentes, que terminarán por deteriorar los vínculos. En el otro extremo, si se genera una distancia excesiva, la relación se enfría y se pierde la familiaridad. Lo óptimo es encontrar el equilibrio. Si tu suegra es de las que toma la casa de su hijo como propia, de las que llaman a cualquier hora y de las están presentes en momentos en los que se necesita un poco de intimidad, quizá sea mejor idea que la familia se tome un descanso de esta relación. En cambio, si es una persona independiente y tiene vida social propia, quizá unas vacaciones en familia pueda ser algo entretenido y diferente para ella.

LA COMPATIBILIDAD EN LOS HÁBITOS
Las costumbres de cada familia son particulares y a veces no es fácil entender y compartir ciertos hábitos. Las características y los horarios de una familia con hijos sondistintos a los de las personas mayores. Además, durante las vacaciones, los horarios de comida y descanso suelen descontrolarse, sobre todo en los casos de grupos numerosos. Algunas personas mayores se acostumbran a la soledad y tornan muy intolerantes para compartir otra dinámica familiar. Seguramente, si tu suegra tiene estas características, será ella la que desestime vacaciones compartidas.

LA RESOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS
La comunicación directa y controlada es básica para evitar o resolver problemas. La complicidad tanto entre el matrimonio como entre hermanos es fundamental para atenuar las diferencias. El humor es un buen aliado en estos casos porque es un forma sana de liberar tensiones y transformar un conflicto en un momento de risas y distensión.
LA NACION
Foto: Ilustración Paio

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