Inédita condena de la ONU a la Iglesia por los casos de pedofilia

Inédita condena de la ONU a la Iglesia por los casos de pedofilia

La ONU publicó a principios de febrero un muy duro informe sobre la actuación del Vaticano en los casos de abusos sexuales contra niños y exigió tanto el inicio de una investigación pública para poner bajo la lupa caso por caso como también la expulsión de los religiosos pedófilos. En un hecho inédito, el organismo internacional denunció que la Santa Sede adoptó políticas sistemáticas que permitieron a sacerdotes violar y acosar a miles de chicos durante décadas. Además, pidió que la Iglesia modifique sus posturas respecto del aborto, los derechos de los homosexuales y el uso de anticonceptivos. El Vaticano reaccionó a las críticas con molestia, acusó a la ONU de “injerencia” en su doctrina y consideró que “superó los límites de su área de competencia”.
En el devastador informe, divulgado en Ginebra y elaborado por expertos del Comité de los Derechos del Niño, la ONU denunció “que la Santa Sede no reconoció el alcance de los crímenes cometidos, no tomó las medidas necesarias para abordar los casos de abusos y proteger a los niños, y adoptó políticas y prácticas que llevaron a que los abusos continuaran”.
En una larga lista de recomendaciones no vinculantes, sobre las que la Santa Sede deberá informar en 2017, la ONU pidió la difusión de los archivos sobre abusadores y sobre quiénes los protegieron, exigió que los pederastas sean removidos de sus cargos y solicitó que las víctimas reciban protección adecuada, además de indemnizaciones tanto monetarias como en tratamientos terapéuticos para superar el sufrimiento vivido.
También recordó que los responsables de los abusos deben ser entregados sin demoras a la justicia –en lugar de ser transferidos a otras parroquias, escatimando cooperación con las autoridades civiles– y recomendó que existan regulaciones vinculantes dentro del derecho canónico para proteger a los niños en todas las instituciones católicas del mundo. “Los responsables tienen que ser separados del trato con niños y no trasladados dentro de la iglesia. Además, las denuncias deben dejar de ser acalladas como en el pasado”, aseguró Kirsten Sandberg, presidenta del comité que analizó el respeto de la Santa Sede sobre la Convención Internacional de los Derechos del Niño de la cual es signataria.
La ONU instó a que el Vaticano evalúe “el número de chicos nacidos de curas católicos, descubrir quiénes son y tomar todas las medidas necesarias para garantizar los derechos de estos niños a conocer y ser cuidados por sus padres”. Además, llamó a que la Santa Sede permita el aborto cuando esté en riesgo la vida y la salud de las mujeres embarazadas, como así también prevenga la discriminación contra adolescentes homosexuales, niños extramatrimoniales y aquellos criados por parejas del mismo sexo. Asimismo, pidió que las escuelas católicas informen a sus alumnos sobre métodos anticonceptivos y que las autoridades religiosas apoyen los esfuerzos internacionales para despenalizar el matrimonio igualitario.
Aunque consideró positivas las afirmaciones de Francisco en julio de 2013 sobre las personas homosexuales, el Comité se mostró preocupado por dichos pasados de la Santa Sede sobre las parejas del mismo sexo, que “contribuyen a la estigmatización social y a la violencia contra gays, lesbianas, bisexuales y adolescentes transgénero”. “Esperamos que la Santa Sede y su titular, el Papa Francisco, escuchen y sigan nuestras recomendaciones”, dijo Sandberg.
Pero, a diferencia del estilo que supo cultivar el argentino Jorge Mario Bergoglio a lo largo de su papado, esta vez el Vaticano dejó de lado los mensajes de concordia y no pudo disimular su profundo disgusto. “La Santa Sede lamenta ver en algunos puntos de las observaciones finales un intento de interferir con la doctrina de la Iglesia Católica sobre la dignidad de la persona humana y el ejercicio de la libertad religiosa”, sostuvo el Vaticano a través de un comunicado (ver aparte).
El documento publicado recoge las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño después de que se celebrara una audiencia el pasado 16 de enero, cuando se trataron los escándalos sexuales y en donde los expertos de la ONU acusaron al Vaticano de mantener en secreto los detalles sobre el alcance de los abusos.
TIEMPO ARGENTINO