“Bianchi me enseñó todo”

“Bianchi me enseñó todo”

Por Silvio Ricci
El 4 de abril de 2013 Sebastián Battaglia le dijo adiós definitivamente al fútbol y ahora, mientras le brinda todo su tiempo a sus tres hijos, mira fútbol y lo analiza con el mismo ojo clínico que usaba cuando se calzaba la “5” de Boca.
–¿Qué tal la vida de ex jugador, Sebastián?
–Bien, muy tranquila, disfrutando.
–¿Qué disfrutás?
–De la familia. De mis tres hijos, Camila de 12, Sofía de 9 y Benjamín, que ahora en enero cumple 3. Ahora les dedico tiempo, puedo seguir el día a día en el colegio de cada uno. Estar en los cumpleaños, que antes por las obligaciones no podía. En general, de la vida cotidiana.
–¿Pero seguís mirando fútbol?
–Sí, bastante, todo lo que puedo.
–¿Y cómo ves a este fútbol argentino que tanto se critica?
–Mirá, el torneo que acaba de terminar fue muy irregular. Si bien no hubo un equipo que pudo destacarse del todo, hay que reconocer a la vez que hubo buenos partidos, ¡ojo! también malos. Eso hizo que el campeonato tuviera tantos candidatos a ganarlo.
–¿Es muy duro decir que el fútbol argentino es mediocre?
–Por ahí se exagera un poco. El fútbol cambió en poco tiempo, hoy es mucho más físico. Además el enganche va desapareciendo y eso atenta para que los partidos sean menos vistosos.
–¿Se piensa más en no perder?
–Sí. Se piensa en los resultados. Todos los técnicos tienen la presión de ganar. Cada partido para ellos es una prueba. No se respetan los trabajaos a largo plazo… Así salen los partidos que vemos, donde a veces los equipos no pueden salir a hacer lo que quieren. Sobre todo los grandes, que siempre están obligados a ganar.
–¿Y Boca cayó en eso?
–Boca fue muy irregular, como el resto de los equipos. Tuvo buenos partidos, como ante Vélez y Racing, otros donde jugó mal y otros más o menos. En muchos partidos no se sintió cómodo dentro de la cancha. De todas maneras, lo que más lo perjudicó fueron las lesiones. Bianchi nunca pudo armar el equipo que pensaba, y eso el plantel lo siente, lo golpea.
–Vos que conocés tanto a Bianchi, ¿creés que la pasó mal en este tiempo con todas esas adversidades?
–Yo creo que no le gustó para nada este Boca del último semestre. Sin ninguna duda que está con ganas de revertir la situación, porque él ha tenido grandes campañas en Boca y, como ahora no le fue del todo bien, seguramente querrá revancha.
–¿Se lo banca porque es Bianchi?
–Claro que sí. A Carlos hay que respetarlo siempre, le ha dado muchas alegrías a Boca. Lo que pasa es que hoy se vive muy al día, la gente pide resultados y que se gane, es por eso que a veces se impacienta. Igual Carlos sabe cómo manejar eso y sé que va a revertir este semestre flojo que tuvo.
–Hablás de exigencias constantes en el fútbol de hoy en día. Precisamente eso no lo puede soportar cualquiera…
–Hay jugadores que hacen buenas campañas en sus equipos, Boca los mira, los ve, los trae para que hagan lo mismo, y de golpe no se pueden afianzar, no pueden encontrar su nivel…
–¿La camiseta de Boca se la puede poner cualquiera?
–Noooo, cualquiera no. Se busca al jugador con ese típico temple que tiene la historia de Boca. A la hora de comprar un jugador, se debe tener en cuenta eso.
–¿Qué recuerdos tenés de Boca?
–Los mejores. Viví cosas muy lindas y de las cuales nunca me voy a olvidar. Disfruté mucho dentro de la cancha, con la gente, con los compañeros.
–¿Y Bianchi qué te enseñó?
–Él me agarró cuando recién había debutado. Me dio la confianza de estar dentro de la cancha en partidos importantes. Me cambió de posición, me enseñó muchas cosas. Todo eso le dio chances a otros técnicos de usarme en otros lugares. Carlos me hizo sentir cómodo y me ayudó a crecer.
–¿Un momento en Boca?
–Es muy difícil, pero elegiría el día del debut, que fue la primera vez que entré a la cancha y empecé la carrera profesional.
Sebastián Battaglia debutó el 31 de mayo de 1998 ante Gimnasia y Tiro de Salta (victoria del Xeneize 4-0), cuando el entrenador interino Carlos María García Cambón lo hizo ingresar en los últimos 4 minutos de juego. De ahí en más tuvo una carrera impresionante en el club, donde ganó 17 títulos nacionales e internacionales.
–¿Era tu sueño?
–Sí, porque vine de Santa Fe con 15 años, dejando a mi familia y buscando ser jugador profesional. Sabemos que es una lucha sana llegar a Primera, pero a la vez una lucha con uno mismo, con el poder crecer, y después mantenerse. Yo sentía internamente que las cosas las estaba haciendo bien.
–¿Por qué Boca ganó tanto en esa etapa que fue desde fines de los 90 a principios de los años 2000?
–Teníamos grandes jugadores, con un grupo muy unido, donde había buenas personas y donde todos buscamos siempre el mismo objetivo. Nunca imaginé ganar tantas cosas.
–¿Extrañás jugar?
–Hoy por hoy, no. Me estoy acostumbrando. Hace bastante que no estoy dentro de una cancha, ni en un entrenamiento. Sí reconozco que tenés que hacer un duelo para poder superarlo, y más por lo mío: yo no dejé el fútbol, el fútbol me dejó a mí. No largué por un tema de edad, sino obligado por una lesión: osteocondritis en el tobillo derecho.
–¿Cómo hiciste el duelo?
-Con la ayuda de la familia. Eso te ayuda muchísimo.
–¿Tan grave es lo que tenés?
–Y…tiene su gravedad, porque todavía me sigue doliendo. Tengo tres operaciones y no puedo ni correr. Le estamos buscando una solución.
–¿Te gustaría trabajar en el fútbol?
–Sí, me gustaría enseñar todo lo que aprendí. Ayudar en el club sería bueno.
–¿En Boca decís?
–Sí, sí. Hay que ver desde qué lugar. Pero sería lo ideal, porque Boca es mi casa.
–¿Sos técnico?
–Sí, pero hoy por hoy no pienso en dirigir.
–¿Cómo lo ves a Boca para el campeonato que viene?
–Esperemos que no tenga tantas complicaciones, que pueda tener más regularidad y que se pueda sentir fuerte para ser un grupo ganador.
–Con Gago y Román diez puntos, ¿es robo?
–No sé si robo, pero espero que estén bien físicamente, que puedan jugar más partidos y darle lo que tienen al equipo. Para los rivales no es lo mismo que ellos estén o no en el equipo.
TIEMPO ARGENTINO