Balance de las Pollas

Balance de las Pollas

Por Sebastián Heredia
Mientras afuera de las pistas se sufrían los impedimentos por el clima y la presentación de ideas repetidas, la acción trajo emoción y puntos altos; así, lo que el marketing y las ideas no producen, todavía el deporte sufre de problemáticas actuales que no se pueden resolver, al margen del estado del tempo.
La lluvia empezó el viernes por la noche. Terminó por las últimas carreras del sábado. La organización palermitana para una de las tres mejores reuniones programadas en el presente calendario se frustró parcialmente. El resto de lo que no funcionó es, valga la redundancia, lo que no viene funcionando hace años. En tanto, Peten Itza y Soy Carambolo confirmaron estatus en pista, mientras Querida Rebeca pegó el salto al estrellato.
La noche previa al mitín del Gran Premio Polla de Potrillos llevó a las de cobro los boletos de quienes confiaron en los pronosticadores del tiempo. Así, con extensión del cielo negro hasta el anochecer sabatino, muchas de las actividades extra turf que diagramó el Hipódromo de Palermo se tiñeron de gris, como también una afición que prefirió quedarse en casa o bien asistir a alguna agencia cercana.
La estrella del plan porteño fuera de las pistas fue la oferta gastronómica. Sobre el ingreso a la Tribuna Paddock, como también en el salón (que suele ser utilizado para galerías artísticas y fiestas contratadas), fue un imán para los de siempre y los nuevos. El camión de Radio 10, escondido entre el final de las mencionadas escalinatas y el camino a la redonda, causó curiosidad. La tormenta fue negativa para todo aquello. La derecha en ese aspecto para una cúpula metropolitana que, en similar cuesta al 1° de mayo con el recital de Vicentico, no trabajó en su máximo potencial.
Uno de los caballitos de batalla en el sector de slots es también la amplia variedad de comidas. No con las mismas características a los platos zonales, claro, pero con hincapié parecido en la invitación. Así, es una propuesta lavada, repetida. En los tragamonedas es lujoso y atractivo. En el turf se hace tres veces al año. ¿Por qué? El interés y la rentabilidad, lógicamente, inclinan la balanza. Pero el interés no del público, sino de una política extremadamente perjudicial contra la hípica.
En el tren de comparaciones, apenas se ingresa al portal de Palermo emergen las ventanas con las promociones de shows musicales en el subsuelo y en la Confitería París. Después de aquel Vicentico nunca más se intentó un proyecto artístico y musical del lado donde vuelan los caballos de carrera. No de los chicos, tampoco de los medianos. ¿Cuál es la invitación al turf? ¿Cómo convencemos? Que la lluvia no se lleve también lo que no queda. El recambio generacional debe ser un desafío de todos los días.
La llegada del turf a nuevos espectros es parte del cambio. La insistencia de Palermo con Radio 10 y C5N (dos medios allegados) es positiva. Lo que por supuesto no debe ser es la única. ESPN, en su reprise a los grandes premios, con dos horas de cobertura en vivo, fue uno de los puntos altos a merced de quienes decidieron la frazada en lugar del piloto. Seguir en esa señal es un acierto para el turf argentino. También lo será invirtiendo en nuevos caminos. Uno de los encargados del marketing en el Argentino expresó hace algunas semanas “tenemos todo el presupuesto gastado”. ¿A dónde fue a parar esa inversión? ¿De cuánto es ese recurso? Con gusto a poco, en ambas respuestas.
Los carteles y afiches no pasaron los límites de la Avenida del Libertador. Eso no fue culpa de la lluvia. El spot televisivo apareció en C5N y en ESPN. Eso tampoco fue culpa de la lluvia. Se apela a las mismas formulas, repetidas, gastadas. Se entregaron boletos de $ 10 por apuestas de reuniones previas (a las que asisten los mismos de siempre) en el marco del Gran Premio San Martín (G1), como también para participar por los sorteos de televisores (que se hicieron en las últimas carreras, cuando ya no había nadie…). Más de lo mismo.
El otro imán fue el 5 y 6. Vacante en las dos chances, el pozo se congeló en $ 1.300.000 aproximadamente (se jugó alrededor de $ 300.000 cada vez, por lo que no se superó la base, cuando la promoción fue grande…). Y se congeló… No se comunicó ni cómo ni cuándo se va a jugar otra vez. La credibilidad es el capital más fuerte que debe tener el turf. Si se pone en juego, qué se ponga en juego. Es una verdad de Perogrullo, pero que se vuelve un vicio innecesario cuando no se comunica.
Peten Itza tradujo entre los potros una tónica que fue creciendo con el tiempo: ganar y ser efectivo. A la espera de un Jockey Club posiblemente con su ausencia, hay algo claro: con el hijo de Sultry Song la generación tiene un valor de mucho interés. Querida Rebeca tapó en el epilogo de las potrancas y acaparó la atención rumbo al futuro. Igual fue el paso de Soy Carambolo en la edición inaugural del San Martín en el pasto, éste afianzado en su rotulo de fondista pastero que tiene entre ojos la ruta del Pellegrini.
Con deudas de planificación y realidades en la fangosa, pasó otra edición de la Polla, por primera vez con las dos en el mismo día. Fue una tarde gris, con algunos brillos en el training. El calor sólo estuvo en la sala verde del Comisariato, donde los medios peleaban por un lugar y se reemplazaba un estrato empapado en el exterior. El resto fue apremiado por el frío. La misión de calentar los motores donde el turf aún transita muy lentamente sigue siendo la cuenta pendiente, ya sea con sol o con lluvia.
PURA HIPICA