La noche en que Prigioni conquistó el Madison

La noche en que Prigioni conquistó el Madison

Por Martín Seldes
Pablo Prigioni pasó por todas las sensaciones como jugador de New York, y ni siquiera completó una temporada. El lunes tocó un pico de popularidad que nunca había tenido. Luego de una racha positiva de puntos que obligó al entrenador rival a pedir tiempo muerto, el Madison Square Garden se llenó de un canto nunca antes oído: “Paaaa-blou, Paaaaa-blou, Paaaa-blou”, gritaron muchos de los hinchas de New York con más fuerza que ritmo. El partido terminó con una victoria por 105-79 que le dio a los Knicks el empate en una serie que será larga y difícil ante Indiana Pacers. Y a Pablo su reconocimiento.
“Ese fue el momento en el que se quebró el partido”, dijo Prigioni, con la misma calma que tuvo cuando dijo que pensaba en irse de la capital económica del mundo al final de la temporada. Tal vez un poco más sonriente, pero parecido. En las tribunas estaban John Starks y Patrick Ewing, dos históricos Knicks, dos de los últimos ídolos que recibieron el apoyo que, al menos por una noche, le tocó a Pablou, quien terminó con 10 puntos (4-4 en lanzamientos), cuatro asistencias y cuatro rebotes en 21 minutos.
Carmelo Anthony es, sin dudas, el referente del equipo. El que toma los tiros difíciles (a veces demasiados) y del que depende New York ofensivamente. Por eso vale mucho su halago al cordobés, que llegó a los 35 años a la NBA. “Pablo estuvo espectacular en los dos lados de la cancha. Controló el juego, controló la pelota y presionó a los que tenían la pelota en defensa”, dijo Anthony, autor de 32 puntos en el segundo partido.
Prigioni comenzó la temporada con la ilusión de jugar mucho. Se le fue yendo a medida que avanzaba la temporada regular y surgía como una alternativa cada vez menos utilizada hasta que el entrenador Mike Woodson optó por dejarlo en el banco todo el partido en cuatro ocasiones. En ese lapso, el base dijo que pensaba en cambiar de aire en la próxima temporada. Como si hubiera servido para despertar al DT, empezó a jugar de titular en los últimos 18 partidos de la fase regular y en los primeros siete de los playoffs (faltó a uno por lesión). Pero le faltaba estar en los momentos finales del partido. Y que corearan su nombre. Le llegó tarde. Como su citación a la Selección, como su arribo a la NBA, pero, como todo eso, le llegó.
Knicks y Pacers volverán a jugar recién el sábado. Hoy no habrá partidos y mañana les toca de nuevo a Chicago-Miami y Golden State-San Antonio.
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