La niña mimada del Oscar

La niña mimada del Oscar

Por Marcelo Stiletano
En la foto de familia de los nominados de este año al Oscar, la más pequeña aparece en primera fila y bien al centro de la imagen. Sentada justo a la derecha de Bradley Cooper, con una sonrisa radiante y el brazo izquierdo aferrado a un perro de peluche con forma de cartera, Quvenzhané Wallis vive hoy su sueño de Cenicienta con la misma mezcla de asombro y naturalidad que la llevó a ser elegida entre 4000 aspirantes para protagonizar la película con la que ya pasó a la historia de los grandes premios de Hollywood.
Con sus 9 años, Wallis es la nominada a mejor actriz más joven en las ocho décadas y media de la historia del Oscar. Para conseguir el papel protagónico de La niña del sur salvaje (Beasts of the Southern Wild), uno de los estrenos de hoy, su familia debió mentir en la primera sesión de casting: la niña tenía cinco años cuando las normas exigían un mínimo de seis. Con el tiempo todos olvidaron el desliz. Mucho más después de que el director Benh Zeitlin se decidió por ella porque cumplía a la perfección tres requisitos imprescindibles: leer bien y rápido, gritar muy fuerte y eructar. La chiquilla del nombre difícil ya estaba en la película. Pero nadie imaginaba que llegaría tan lejos.
De la mano de su pequeña protagonista, La niña del sur salvaje lleva acumulados en su travesía del último año unos 120 reconocimientos alrededor del mundo. El viaje se inició, como se precia en toda obra de producción independiente con alguna aspiración, en el Festival de Sundance y alcanzó su punto más alto en 2012 gracias a la Cámara de Oro conquistada nada menos que en Cannes.
Esa gigantesca acumulación de millas reales y cinematográficas contrasta a primera vista con el cortísimo trayecto que Wallis empleó para cumplir con los compromisos del rodaje. Apenas 20 kilómetros separan Houma, la ciudad natal de la niña, ubicada en el sudeste de Luisiana, de Montegut, escenario central de la filmación en exteriores. Ambas urbes pertenecen a la comunidad de Terrebonne, caracterizada por pequeños y aislados enclaves en los que minúsculos grupos de pescadores tratan de sobrevivir expuestos a la marginalidad y a toda clase de amenazas naturales, tal como se muestra en la película que Distribution Company presenta hoy entre nosotros.
Hija de una maestra y de un chofer de camiones, Quvenzhané debe su curioso nombre a una mezcla del que tienen sus padres (Quylindreia y Venjia) y la palabra “zhané”, equivalente a “hada” en lengua swahili. Mágico, por cierto, parece haber sido el impacto que la niña y su audición sin complejo alguno produjeron en Zeitlin, que se decidió luego de elegirla a reescribir algunos tramos del guión para adaptarlo a la magnética personalidad de su flamante y jovencísima estrella.

Cuestión de gravedad
“Algunos chicos logran adaptarse a este mundo, que se convierte rápidamente en muy apropiado para ellos, y en otros casos ocurre lo contrario. Pasa aquí como con los astronautas: están los que tienen problemas con la gravedad y los que no sufren nada.” Lo dijo Jodie Foster, que tiene autoridad como pocos para hablar del tema, al celebrar entre las bambalinas de la alfombra roja de los premios Globo de Oro la nominación de Wallis al Oscar.
Niña prodigio del cine también ella, con una primera aparición ante las cámaras a los 3 años, Foster cree que el público no comprende lo que significa ver a un chico ponerse literalmente al hombro una película. “Muchos creen que simplemente ellos fueron puestos ahí porque son lindos y dulces. Pero cuando veo una actuación tan maravillosa como la de esta niña sólo puedo decir que nace del puro instinto. Como si surgiera de la gracia de Dios”, puntualizó.
Ese don llevó a Quvenzhané a sumar su nombre a la selecta y muy corta lista de actrices de raza negra que alcanzaron en 85 años un lugar entre las nominadas al Oscar como mejor actriz: Dorothy Dandridge, Diana Ross, Cicely Tyson, Whoopi Goldberg, Diahann Carroll, Angela Bassett, Gabourey Sidibe, Viola Davis y Halle Berry, que fue la única ganadora hasta ahora, en 2001, y gracias a Cambio de vida (Monster’s Ball).
Ahora le toca a la pequeña protagonista de La niña del sur salvaje compartir la nominación con las cotizadas y largamente consagradas Jessica Chastain (La noche más oscura), Jennifer Lawrence (El lado luminoso de la vida), Naomi Watts (Lo imposible) y Emmanuelle Riva (Amour). Toda una vida separa a Quvenzhané de la venerable actriz francesa, que de ganar el Oscar vivirá un doble festejo simultáneo en el escenario del Dolby Theater de Hollywood, porque la ceremonia se hará el 24 de febrero, día en que cumplirá 86 años.
Por ahora, las predicciones de los expertos auguran en forma mayoritaria un triunfo de Lawrence, seguida de cerca en las proyecciones por Chastain y con Riva como posible sorpresa, con chances ascendentes para el último tramo de la cuenta regresiva. Son pocos hoy los que creen que Quvenzhané se llevará la estatuilla y se convertirá en la más joven ganadora de la historia en alguna categoría actoral, marca que todavía pertenece a Tatum O’Neal, Oscar a la mejor actriz de reparto en 1974 por Luna de papel. Y más que pensar en eso, la nueva niña mimada de Hollywood prefiere entusiasmarse pensando en los famosos que espera encontrar en la alfombra roja y en la ceremonia el domingo 24.
“La lista es muy larga”, confesó con una inocente sonrisa ante las cámaras de la TV y frente a un sorprendido Jay Leno, que la entrevistaba para su popular show nocturno. Sin soltar otra de sus ya características carteras de peluche (hace poco confesó que tiene unas veinte), nombró entre otros a Demi Lovato y
Nicki Minaj. “Tal vez pueda ayudarte a conocerla”, le dijo Leno al escuchar el último nombre de la lista.
De todas maneras, ya pudo darse un gran gusto. Scott Feinberg, la máxima firma en temas del Oscar de The Hollywood Reporter, contó allí que fue testigo el último lunes del momento en que Quvenzhané debió interrumpir una charla animada con Steven Spielberg para ser llevada por su madre hasta el lugar en el que estaba Denzel Washington. “¿Cómo te llamás? ¿Estás acá por un Oscar?”, le preguntó el seis veces nominado y de nuevo candidato este año a mejor actor por El vuelo, otra de las novedades de hoy en la cartelera local. “Sí, como mejor actriz”, respondió Quvenzhané. “¡Ohhhhhh! -reaccionó Washington- tu cabellera era muy, muy salvaje allí. ¿Qué tal estuvo todo? ¿Tuviste que faltar a la escuela?” A lo que ella replicó, envuelta en una risa franca que contagió al actor: “¡Claro que no!”. El encuentro terminó con una breve sesión de fotos y un “Encantado de conocerte” regalado por Washington a la niña a modo de despedida.
Cuando vuelvan a encontrarse en la alfombra roja, el domingo 24, Quvenzhané Wallis tal vez recurra a la ayuda de su nuevo y famoso amigo para hacer realidad otro sueño: conocer a Beyoncé.
LA NACION