Cómo convertirse en un in-house todo terreno

Cómo convertirse en un in-house todo terreno

Las empresas suelen buscar abogados que contribuyan con el desarrollo de sus negocios. Esa contribución arranca con el asesoramiento jurídico para prevenir riesgos y posibilitar la operatoria de la organización, aunque cada día, en sus alcances, se extiende más y más.
“Inicialmente, por un tema académico, en la carrera profesional la formación del abogado permite permear en otras áreas”. Con ese paraguas, Fernando Hofmann, Legal & Corporate Affairs Director de Kimberly-Clark explica parte de un fenómeno que se está dando en muchas de las grandes corporaciones, donde el departamento de legales absorbe funciones que van más allá de lo estrictamente jurídico.
En su caso, el movimiento inicial fue el clásico, de crecimiento dentro del área: primero como Gerente, luego como Director local y, después, regional. Pero el crecimiento también se dio horizontalmente hasta cubrir relaciones con el gobierno, relaciones públicas (medios, prensa, sustentabilidad, responsabilidad social empresaria) y seguridad (física y patrimonial), áreas que si bien no estaban dentro del scope inicial de la posición, se fueron incorporando a ella.
El caso de Hofmann está lejos de ser el único. Víctor Roldán es el director de Asuntos Legales de Turner Internacional Argentina, pero “dado el fuerte componente de marco regulatorio”, además de las tareas estrictamente jurídicas, en coordinación con la persona a cargo de comunicaciones tiene bajo su responsabilidad las relaciones de gobierno de la compañía y su representación en cámaras del sector.
Al mismo tiempo, forma parte de los equipos de negociación de los acuerdos de distribución pan regionales y está a cargo de negociar los convenios colectivos de trabajo relativos a la empresa y a la industria. También integra el comité ejecutivo de la compañía, donde se discuten temas que van desde las políticas y procedimientos de la empresa, pasando por la rentabilidad y la innovación.
Martín Castro es otro de los abogados que encarna este fenómeno. Castro es gerente de Legales de Bridgestone Argentina y también gerencia el área de Asuntos Públicos que alcanza “las relaciones gubernamentales de la empresa con los diferentes actores”.
Con esa misma lógica se le agregó la tarea de velar por el cumplimiento del Código de Conducta de la empresa. “La posición necesitaba contar con el conocimiento de las leyes y de las diferentes normativas aplicables, pero con un gran énfasis en la comunicación y en el relacionamiento”, explica.
Un ejemplo más es el de Francisco Barreto, quien dirige no sólo el trabajo de los abogados, sino también el área de asuntos públicos, prensa y comunicación, seguridad y responsabilidad social empresaria de DirecTV.
“Empecé en la compañía en 2001. Era el gerente de legales. En 2009, ya con el cargo de director y con la llegada de un nuevo CEO, se rediseñó el área”, cuenta. Un management “más sofisticado” y el tratamiento de la Ley de Medios abrieron paso raudo a esa transformación.

Adaptación
Al explicar el fenómeno de la absorción de funciones, Castro señala que “se trata de la evolución natural de ciertas características que las empresas requieren de sus abogados internos”.
Para él, se está dando una variación del paradigma existente. “Antes era más común ver posiciones de asuntos públicos que estaban a cargo de especialistas en comunicación, pero el hecho de que abogados estén gerenciando estas áreas es parte de esta evolución. Antes, el plus en la formación del abogado estaba en la capacitación jurídica continua. Hoy se requiere también la capacitación comunicacional y gerencial constante”, señala. Este fenómeno, agrega Roldán, también está ligado a la “visión de negocio adquirida a través de los años en los negocios e industria”.
En el caso de Barreto, se dio “naturalmente”. Con la ley de medios, “se puso en evidencia lo ‘transparente’ que éramos para el mercado, los legisladores, los líderes de opinión: prácticamente no existíamos”, evalúa. Durante el proceso de gestación de esa norma, su empresa debió presentar en sociedad sus posiciones, distintas a las de los cable-operadores, pero sin saber inicialmente ni cómo ni a quién.
“Nos preguntamos cómo se le debe plantear algo a un legislador. Cómo es el acceso, cómo se le habla, cómo identifico mis problemas, cómo planteo las soluciones. Hoy tenemos un área de asuntos públicos que se encarga de eso”, repasa. Algo parecido les pasó con los líderes de opinión. “Fue todo un aprendizaje fogoneado por un año especial, donde nuestro régimen jurídico cambiaba”, reflexiona.
Para Barreto, lo jurídico es la punta del iceberg. “Más abajo, tenés una ley, a la cuál te le podés adelantar e, incluso, en algunos casos hasta podés influir. Pero, para eso, precisás un relacionamiento y, para eso, un posicionamiento. Si hacemos un buen trabajo en esos primeros escalones, la parte jurídica va a estar más aceitada y, al final del día, vamos a tener menos juicios”, dice.
En la práctica, la Gerencia Legal le reporta semanalmente y él, como director, interviene cuando hay cuestiones que le llaman la atención u operaciones especiales. Con una línea similar trabaja Hofmann, para quien, en posiciones ejecutivas, más allá de abogado se termina siendo manager.
“Al final del día, sos un manager que tiene conocimientos de abogacía”, razona y agrega: “Desde la visión de un manager es que te podés permitir administrar otras áreas que tengan un grado de afinidad con lo que vos sos. No digo manejar el área de Operaciones, pero sí estas otras que nos son cercanas”.
EL CRONISTA