Vientos de 120 km provocaron severos daños a la red eléctrica

Vientos de 120 km provocaron severos daños a la red eléctrica

El domingo al mediodía un implacable temporal se desató sobre la franja central de la provincia. En la ciudad de Santa Fe y su zona, los vientos huracanados de alrededor de 120 kilómetros por hora (ésa fue la velocidad que se midió en el Aeropuerto de Sauce Viejo a las 12.50 del domingo) provocaron serios destrozos, desde cientos de árboles y ramas caídos hasta voladura de techos y carteles. Por esta situación, el municipio recibió 457 reclamos: 258 reportaron caídas de árboles y 49 de gajos y ramas,que obligaron a reforzar el trabajo de las cuadrillas municipales en espacios públicos.
También hubo serios inconvenientes en la prestación del servicio de energía eléctrica, que esta mañana aún persistían en varias zonas de la ciudad, en Sauce Viejo, Santo Tomé y la Costa. En el momento más complicado, cuando el fenómeno meteorológico alcanzó su mayor intensidad, la EPE llegó a tener 80 distribuidores de media tensión fuera de servicio de los 110 que tiene la ciudad. “En su mayoría los aéreos, que fueron los que sufrieron los mayores daños a raíz de la voladura de chapas, ramas y caída de árboles”, explicó Cristian Berrino, vicepresidente de la firma, en una conferencia de prensa que se convocó a las 10 para evaluar la situación. A esa hora, quedaban 22 de estos distribuidores fuera de servicio.
Las zonas que al promediar la mañana permanecían con mayores problemas en la prestación del servicio eléctrico eran el noroeste de la ciudad, un área del norte coincidente con la franja del callejón ladrillero y una zona más pequeña del noreste. También continuaban hasta ese momento inconvenientes en la red de media tensión en el barrio Sur y en Santo Tomé. Y también problemas en la zona de la costa, en particular desde el kilómetro 8 en adelante. Dentro del Gran Santa Fe uno de los puntos más afectados fue Sauce Viejo, donde la tormenta dejó daños graves. “La Comuna todavía trabaja hoy en el despeje de calles, líneas de electricidad y de otras empresas de servicios”, señaló Berrino.
Mas allá de lo relacionado con media tensión, la EPE se encontraba abocada a relevar y trabajar sobre la red de baja tensión, una de las acciones más complejas y que llevan más tiempo. En este punto, la firma recibió alrededor de 3 mil llamadas con reclamos desde ayer a las 13 hasta las 9.30 de hoy. “Dentro de esa cantidad de llamados, hay muchos asociados a una misma falla pero vamos trabajando sobre los casos puntuales”, apuntó Berrino.
Consultado sobre el tiempo que podría llevar a los operarios reparar todos estos problemas, tanto en media como baja tensión, el vicepresidente de la EPE señaló que el primer dato que surgió el domingo fue de no menos de 72 horas. “Y creo que hoy todavía tenemos que sostener ese plazo, por lo menos en los casos más extremos”, adelantó. Con lo cual se puede inferir que los usuarios más afectados tendrían que esperar unas 48 horas para volver a tener el servicio.

Graves destrozos en Rincón y Colastiné
Voladuras de techos de chapa y de paja, paredes derribadas y árboles que al caer causaron graves destrozos en el cableado eléctrico y de otros servicios es el saldo de la tormenta de ayer, que también se ensañó con San José del Rincón y Colastiné.
La Comuna informó que hubo sólo un matrimonio que sufrió lesiones menores en sus brazos, al protegerse del colapso de una pared de su vivienda, en la zona de Los Espinillos, una de las más afectadas. También en ese sector, un árbol cayó sobre otra vivienda, que prácticamente la dejó sin el techo. En calle San Martín, a una cuadra y media de la Plaza, un pino derribado por el viento cruza sobre el asfalto, de vereda a vereda.
Hubo 46 pedidos de auxilio -de distinta gravedad- por viviendas afectadas.
Afortunadamente, la EPE cortó la energía antes de que comenzara el viento. Son incontables los cables caídos sobre la arena de las calles y las viviendas. Sufrieron mucho más el cableado tradicional de baja tensión y las líneas que alimentan las farolas que los conductores preensamblados. Seguramente, cuando las 5 cuadrillas comunales terminen su labor (despejar ramas, trozar troncos y hacer funcionar las bombas de desagote) se sabrá cuán graves fueron los daños sobre postes y líneas. Las reparaciones -imprescindibles para que vuelva el servicio eléctrico- llevarán cuanto menos un día o dos.
En el pueblo, el 70% de sus habitantes cuenta con el servicio de agua potable, provisto por la Cooperativa. Con grupos electrógenos auxiliares se hacen funcionar sólo dos de las ocho bombas que requiere el servicio en verano. La Cooperativa pide a sus asociados cuidar el agua y destaca que se efectúan cortes para evitar que se quemen los equipos.
Fuera de los límites del distrito, en Colastiné, las viviendas dependen de sus reservas de agua en los tanques. Sin energía eléctrica no funcionan las modernas bombas centrífugas.

El fenómeno
Ignacio Cristina, del Centro de Información Meteorológica de la Fich, calificó el fenómeno como “una tormenta severa con ráfagas de viento sumamente elevadas” que no se abatían sobre Santa Fe “desde hace mucho tiempo”. Si bien cuando los vientos superan los 100 kilómetros por hora -ayer a las 12.50 treparon a 120 km/h- se los define como huracanados, se puede establecer una diferencia entre un huracán y lo que ocurrió ayer en Santa Fe: “El huracán nace de un sistema de muy baja presión que se produce y alimenta en el mar y cuando llega a tierra se desarma”, explicó el especialista. En tanto, “lo que sucedió acá es un sistema de baja presión armado en la tierra, un sistema convectivo muy importante que produjo ese viento tan intenso”, precisó.
EL LITORAL