Una gran escritora: Isabel Allende

Una gran escritora: Isabel Allende

(Foto: Eduardo Grossman-Clarín)

Guardo hace algunos años una entrevista a Isabel Allende, por algunos motivos. El primero, fascinación. Allende es una gran escriba y sus libros siempre deparan emociones. El segundo, el rescate de la mujer como pauta que conecta toda su obra y, en particular, en este caso, el rescate de una mujer de la historia chilena como Inés Suárez y de otra como Michelle Bachelet, ambas admirables.
Dice sobre la ex Presidente chilena:

Michelle Bachelet representa la transición, el vínculo entre el antes y el después. Vivió la tortura y la muerte del padre, la cárcel y el exilio con la madre. Volvió para enfrentar el pasado y ajustar las cuentas con el futuro. Es un símbolo. Si es capaz de trabajar sin olvidar lo que sucedió, llevará al pueblo chileno hacia lo que mencionaba antes: el reencuentro.

Finalmente, la apreciación sorprendente sobre Estados Unidos y los norteamericanos.
La entrevista es en Italia, en ocasión de la presentación de aquel libro “Inés del alma mía”, y el periodista de La Stampa le pregunta por una preocupación tan occidental, el fundamentalismo. Isabel Allende, que reside en Estados Unidos y sabe de lo que habla, ofrece una respuesta que gira el foco 180º:

—Estados Unidos se ve afectado por un tipo particular de fundamentalismo, el mesiánico. Sumamente peligroso para un país tan poderoso, que cree ser el centro del mundo. La mitad de las personas que ocupan el Congreso no tienen pasaporte, porque no consideran tan importante viajar. Las noticias en los medios se concentran solamente en los países atacados. Primero fue Afganistán, hoy nadie lo recuerda y se habla solamente de Irak. La mayoría de los estadounidenses no saben ni siquiera ubicarse en un mapa geográfico. Después de las elecciones en mi país me preguntaron si Chile quedaba en China, teniendo en cuenta que la pronunciación era similar.

Leer la nota completa merece la pena.

Isabel Allende y una novela sobre una mujer extraordinaria