El año de Trump, el bitcoin y la inteligencia artificial

El año de Trump, el bitcoin y la inteligencia artificial

Por Tim Harford
Cuáles fueron las grandes historias de 2017? La respuesta depende de quién está contando la historia y quién está escuchando. También depende de en qué momento se hace la pregunta. Una prueba de una historia importante es que seguirá pareciendo importante cuando haya pasado otro año, o 10, o incluso 100. Solo podemos suponer esto.
Por ejemplo, imagino que en 10 años, la avalancha de acusaciones hacia el productor de cine estadounidense Harvey Weinstein y las confesiones de abuso y acoso sexual en su contra parecerán un hito cultural. Por el contrario, el auge del precio del bitcoin se reconocerá universalmente como un momento de locura, al igual que el auge de las puntocom, la fiebre de los ferrocarriles y la burbuja de los tulipanes. Así y todo, no es un imposible que el precio del bitcoin se estabilice mientras que el debate sobre el acoso sexual, en retrospectiva, podrá parecer un breve enfoque cultural.

Donald Trump asumió a comienzos de 2017 y se descubren dos caras de esa historia. Por un lado, al presidente de Estados Unidos se lo trata con un desprecio que no se compara con ningún sucesor moderno; por otro lado, ninguna de las tan temidas catástrofes ocurrió aún, con lo cual los mercados de capitales están alegremente despreocupados por el presidente Trump y celebran sus recortes impositivos.
Salvo que ocurra algún desastre, el avance tecnológico tiende a tener mayor impacto en la vida cotidiana que la política. Junto al delirio por el bitcoin, el 2017 pasó con un gran aumento del uso de la energía solar y eólica y un notable progreso en materia de inteligencia artificial.
Sin embargo, hay escepticismo en cuanto a ambas cosas. La energía solar sigue siendo una parte marginal del sistema de energía global, lo cual explica en cierto modo por qué las emisiones de dióxido de carbono podrían alcanzar un nuevo récord en 2017, después de tres años en que se habían estabilizado. Y el software de aprendizaje profundo de Google, AlphaZero, al parecer, logró en cuestión de horas derrotar al campeón de ajedrez del planeta, el programa Shogi and Go. Aún quedan por develar algunos detalles de esta hazaña. También sigue siendo una pregunta abierta acerca de qué tan flexible demostrará ser la tecnología: quizás resuelva teoremas matemáticos o tenga poderosas aplicaciones en el campo de la medicina. Quizás.
Siempre es fácil concentrarse en los problemas, los desafíos y las amenazas que nos rodean, pero las historias de buenas noticias suelen desarrollarse a fuego lento. Charles Kenny del Centro para el Desarrollo Global y Max Roser de la publicación online Our World In Data fueron consultados y no se quedaron cortos al momento de sugerir ideas. Mencionaron desde la reciente caída del precio de la energía solar hasta mejoras en la mortalidad infantil. Nosotros elegimos resaltar los casos de polio en el mundo. Dado que la polio es un virus humano, en principio, es posible erradicarlo; esa meta ahora está increíblemente cerca.
Entre los dos barómetros más importantes de la confianza pública en Estados Unidos es un misterio de este año el por qué ambos mostraron resultados tan distintos. Trump hasta ahora demostró ser el presidente más impopular de la historia de posguerra; ningún otro presidente obtuvo encuestas negativas en forma tan sistemática en su primer año de mandato. No obstante, mientras que la imagen del presidente sigue siendo negativa en las encuestas, el mercado de valores bate récord tras récord.
Parte de la explicación es sencilla: los inversores esperaban que si el Congreso aprobaba un gran recorte de los impuestos sobre las sociedades, y cuando lo hiciese, luego llegarían las ganancias. También se esperaba que un paquete de inversión en infraestructura estimularía el crecimiento; esta posibilidad parece haberse desvanecido.
De todos modos, el optimismo en los mercados es desconcertante. Muchos observadores políticos consideran que el gobierno de Trump es caótico. Es aislacionista en términos de economía, escéptico de los acuerdos comerciales en general y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en particular. En el plano militar, el líder del mundo libre se ha mostrado beligerante ante un posible ataque nuclear de Corea del Norte.
Una posibilidad es que Trump no sea ni cerca tan destructivo como presidente como muchos temen, al menos, no para las ganancias de las grandes empresas de su país. Otra posibilidad es que el mercado simplemente no puede procesar los riesgos catastróficos. En relación con las ganancias a largo plazo, el índice S&P500 ahora está alrededor del nivel que se observaba justo antes de la gran crisis de 1929. Crucemos los dedos para 2018.
En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia, el joven centrista Emmanuel Macron derrotó a Marine Le Pen del Frente Nacional de ultraderecha. Muchos que habían temido otro triunfo contra todo pronóstico de los populistas suspiraron de alivio. Sin embargo, el hecho de que Le Pen eliminó a los candidatos de todos los partidos establecidos debería hacer reflexionar… como así también la fuerza de los partidos de extrema derecha en los resultados de las elecciones generales de toda Europa.
En septiembre, el partido populista Alternativa para Alemania (AfD) creado en 2013 para protestar contra el rescate de Grecia obtuvo el 13% de los votos en las legislativas y entró en el Bundestag por primera vez, el único partido de extrema derecha que lo hizo en 60 años. Entretanto, el euroescéptico Partido de la Libertad (FPO) de Austria ganó varios cargos de alto rango en el gabinete de un nuevo gobierno de coalición que se espera endurezca la postura del país en materia de inmigración.
AlphaZero es un sistema flexible de aprendizaje automático desarrollado por DeepMind, subsidiaria de Google. Conquistó al Go y al Ajedrez con sorprendente velocidad y virtuosismo. Cuatro horas de entrenamiento fueron suficientes para que AlphaZero aplastara al campeón mundial de ajedrez, Stockfish. Sigue siendo una pregunta abierta acerca de los detalles y si Stockfish estaba en igualdad de condiciones. Pero el simbolismo de la marcha de estos sistemas flexibles de aprendizaje es innegable.
Los pioneros en informática creían que el ajedrez era el entrenamiento perfecto para aprender sobre inteligencia artificial. Pero esas esperanzas pronto se desvanecieron, a medida que enfoques de fuerza bruta, en particular Deep Blue, de IBM, conquistaron el ajedrez sin ceder en el camino a ideas más amplias. AlphaZero promete superarlo. El próximo desafío para DeepMind será demostrar las capacidades de AlphaZero para resolver un problema del mundo real, como descubrir nuevos compuestos de drogas.
El uso de la energía solar aumentó y los costos cayeron drásticamente, en parte gracias a las economías de escala básicas y la sencilla instalación de encastre que resulta familiar para cualquier persona que haya comprado muebles listos para armar. El rápido crecimiento en las ventas de vehículos eléctricos llevó a que economías de escala similares se vuelquen a la producción de baterías. Estas baterías, ya sea en vehículos o en instalaciones fijas, prometen a su vez suavizar las fluctuaciones inherentes a la energía solar, eólica y mareomotriz mediante el almacenamiento y la liberación de energía a la red.
Entretanto, la producción de carbón una fuente de energía intensiva en carbono cayó casi 10% entre 2013 y 2016. Todo esto podría sugerir que el calentamiento global es un problema resuelto, pero los combustibles fósiles aún dominan la producción energética mundial, y es probable que 2017 sea otro año récord en emisiones de carbono. La transición a combustibles limpios todavía está en sus primeras etapas.
Las buenas noticias rara vez se revelan tan rápido como las malas, por lo que este gráfico data de 1980. La polio supo ser un flagelo mundial y era endémica en 125 países tan solo en 1988. La polio persiste en Afganistán, Nigeria y particularmente en Pakistán, pero el mundo está a punto de eliminarla por completo. Jonas Salk, que desarrolló la primera vacuna contra la polio en la década de 1950, no la patentó y declaró: “¿se podría patentar el sol?”.
Es tentador llamarlo una burbuja. Sin embargo, la definición habitual de burbuja es un aumento rápido de los precios injustificado por los fundamentos del mercado. El precio del bitcoin ciertamente cumple con el primer criterio, pero el segundo es más difícil de cumplir. A diferencia del precio de una acción o un bono, no hay fundamentos desde los cuales partir. No hay un flujo de dividendos o pagos de intereses. El bitcoin solo puede valer lo que la gente está dispuesta a pagar por él.
El bitcoin es un activo curioso; quizás, como con el oro, haya un grupo de compradores interesados que la mantengan por tiempo indefinido. Suele describirse como una criptomoneda; sin embargo, las monedas exitosas siempre mantuvieron un valor razonablemente estable en relación con los bienes y servicios. La estabilidad no forma parte del atractivo en este caso.
El bitcoin tampoco es todavía un medio de intercambio; es demasiado engorroso para eso. Las plataformas de medios sociales están llenas de historias de terror de inversores que se enfrentaron a obstáculos kafkianos para cobrar sus ganancias de bitcoins.
Otro problema es la energía dedicada a “minar” bitcoins, que es difícil de evaluar con precisión, pero es superior al consumo de energía de una nación pequeña. Cuanto más elevado sea el precio, mayor será la competencia consumidora de energía para producir más bitcoins. La promesa inicial de ser una moneda descentralizada, eficiente y casi sin fricciones parece aún más lejana.
Algo va a surgir.
EL CRONISTA