En Netflix, Robert Redford y Jane Fonda viven un romance otoñal

En Netflix, Robert Redford y Jane Fonda viven un romance otoñal

Por Pablo O. Scholz
“Quería hacer una última película con ella antes de morir”, dijo Robert Redford (81) en el marco del reciente Festival de Venecia, donde Our Souls at Night tuvo su première mundial. “Quería volver a enamorarme de él”, afirmó entonces Jane Fonda (79).
Our Souls at Night, que Netflix tendrá disponible a la 0 hora del viernes, es su cuarto filme juntos. Hace 51 años hicieron La jauría humana (1966), thriller de Arthur Penn, donde compartían elenco con Marlon Brando; luego llegó la comedia romántica Descalzos en el parque (1967), de Gene Saks, y por último El jinete eléctrico (1979), mezcla de western y comedia dramática, de Sydney Pollack.
Para volver a reunirse, Redford adquirió los derechos de la novela de Ken Aruf y llamó a su ex compañera de elencos para interpretar a dos viudos, vecinos durante años que no habían hecho más que intercalar saludos de circunstancia.
Hasta que Addie Moore lo encara a Louis Waters.

“¿Estás interesado en venir a mi casa alguna vez a dormir conmigo? Estamos los dos solos. No es sobre sexo”, aclara en la invitación verbal la mujer. Mientras se escucha una guitarra como fondo musical -constante en casi toda la película-, Louis queda como estupefacto.
“Haceme una pregunta”, pide ella. “Hace mucho frío para ser primavera” arranca, mal, él. “No soy un gran conversador”, se defiende, pero el guión demostrará luego lo contrario.
Lo concreto es que lo invita a dormir. Y Addie se duerme. Y ronca.
A la noche es más fácil que surjan los secretos, descubrir y mostrar las heridas. El confesará un antiguo affaire extramatrimonial, ella hablará de la muerte de una hija pequeña, en un accidente automovilístico.
Louis vive en un pueblito en Colorado (que limita con Utah, el estado donde Redford tiene su Festival de Sundance), y pregunta “¿Cuánto hace que somos vecinos?”. No es que tenga Alzheimer, pero no notó que su ahora compañera de cama hace ya 48 años que vive allí.
Hasta que ella un día lo toma del brazo por la calle, por primera vez. Sí. El primer paso lo da ella.
Es que Louis es de los que compran el diario, hace las palabras cruzadas, escucha la radio, se levanta antes de que salga el sol. No tiene obligaciones en la tercera edad. Ella, tampoco. No sabemos ni se nos ocurre preguntar cómo limpian tamañas casas viviendo solos –un clásico en el cine hollywoodense, más por sus edades-. Y hay mucha, muchísima luz en las escenas, y beben vino en hermosos y enormes copones. y…
El indio Ritesh Batra, que había sorprendido en la Semana de la Crítica en Cannes 2013 con Amor a la carta (The Lunchbox), vuelve sobre parejas inesperadas.
Robert Redford la coprodujo, así que se involucró y mucho en el proyecto. Ya no camina como antes, es cierto –ningún plano en que se lo vea caminar dura más que unos segundos-, y la película comienza con él, y lo sigue más que a Jane Fonda. Exigencias o no desde la silla de productor, no todo es parejo en esta pareja.
Pero son ellos dos, Fonda y Redford, los que gambetean los clisés a los que se aproxima Our Souls at Night con sus actuaciones, cuando lo convencional empieza a ganar terreno luego de esa primera escena en la que Fonda suena convincente hasta lo indecible.

“Our Souls at Night”
Buena
Drama romántico. EE.UU., 2017. 104’, SAM13. De: Ritesh Batra. Con: Robert Redford, Jane Fonda. Disponible desde el viernes 29 en Netflix.
CLARIN