El hombre que ama los caballos gitanos

El hombre que ama los caballos gitanos

Si la Biblioteca Universal de la Humanidad tuviera un apartado para las “historias de un hombre y un caballo”, ¿cuántos estantes ocuparía? Porque sucede que esta semana aterrizó en nuestras pampas Dennis Thompson, el hombre que a mediados de los 90 se topó con un ejemplar de un caballo espléndido en el norte de Gales y se apasionó tanto por la raza que dedicó los años siguientes a rastrear su origen genético, llevarlo a los Estados Unidos y de ahí al mundo.
Resulta que Dennis –oriundo de Indiana, luego instalado en Texas y ahora en Florida- se dedicaba a la distribución de productos relacionados con la industria animal. “Ya de niño tenía montones de animales de todo tipo en casa. En 1990 me casé con una mujer (Cindy Thompson) que compartía mi pasión por los animales y en cinco años teníamos unos 700, incluidas jirafas, cabellos, canguros, cebras”, cuenta.
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-¿Cómo llegan de ahí a los caballos?
-Entonces solo éramos conservacionistas, pero viajábamos alrededor del mundo vendiendo y distribuyendo productos para la industria y siempre hacíamos investigaciones sobre los animales de cada lugar. En 1994 estábamos detrás de la raza Shire, los caballos más grandes del mundo. Habíamos estado en Londres, ese fin de semana nos fuimos de viaje y en el camino discutíamos las razones por las cuales tener o no tener un Shire. Cruzamos la frontera y mi difunta esposa me señala un pequeño caballo blanco y negro. No lo había visto. Le ofrecí retroceder; primero dijo que no y después que sí. Di la vuelta, estacioné al costado del camino y el pequeño caballo nos vio y corrió hacia nosotros tan rápido como pudo para saludarnos. Los dos nos enamoramos de él.
Alzada media, cola y crin fabulosas y el detalle de las cortinas de pelo en cada una de las patas, como un tutú emplumado que cae sobre las herraduras. La envidia absoluta del histórico Pequeño Pony con el que jugábamos de chiquitas (y el porte que le valió la categoría de ‘caballo mágico’ en la versión de Disney de El Jorobado de Notre Dame o en Valiente de Pixar). “En ese momento decidimos que lo íbamos a comprar. Puede parecer muy extraño para la gente, pero alguien con 700 animales en su casa piensa así”, avanza entre risas.
Fueron a buscar al granjero que les contó que el ejemplar en cuestión pertenecía “a un viajero” que, además, tenía escondidas una cantidad de yeguas con el mismo aspecto. El hombre pertenecía a la comunidad gitana local y los llevó a su caravana. Así se enteraron de que en la región existe lo que se conoce como ‘gypsy caravan site’. “Como los norteamericanos crearon reservas para los indios, en Inglaterra hay más de cien lugares así. Pasamos el día ahí y nos invitaron a la Appleby, la feria de caballos más importante de la comunidad gitana, que se hace todos los años en Westmorland. Ahí logramos reconstruir la historia genética de nuestro caballo por tres países, encontramos a su madre y padre en Gales y a sus abuelos en Irlanda, todos criados por gitanos que se concentraban en producir una raza que fuera única en el mundo. En 1994 llevamos las primeras 16 hembras a Estados Unidos y el 24 de noviembre de 1996 nacieron los primeros Gypsy Vanner ahí. Desde entonces tenemos registrados más de 500, creamos una división en Nueva Zelanda, otra en Canadá y ahora llegamos a la Argentina (en el marco de la expo Nuestros Caballos, en La Rural, donde hoy entre las 13 y las 14 tendrán su presentación oficial en la pista central del predio)”, cuenta.
-De todos los animales, ¿qué hay de especial con los caballos?
-No voy a decir que absolutamente todas las nenas chiquitas pero la gran mayoría nace con el sueño de tener un caballo. No creo que eso se pueda explicar, es un designio divino.
Basta sacar a Panthera (padrillo, 10 años, cuerpo negro y patas blancas) y a Ebony Rose (una morena esbelta de tres años premiada tres veces como Campeona y cinco veces como Reserva Gran Campeón) del establo montado en el pabellón de La Rural para comprobar que la teoría que no va a ser del todo bien recibida en el Departamento de los Estereotipos de Género tiene algo de fundamento: no hay chiquita que no se acerque en busca de la caricia y la foto. Es cierto, no es lo mismo pensar a un caballo desde la matriz urbana que en un esquema de estancia, granja y vida de campo, y entonces más preguntas.
-¿Qué tiene estar raza de particular?
-Hay una oportunidad extraordinaria que va mucho más allá de una raza de caballos, y es la oportunidad de ayudar a que el mundo conozca y comprenda a la comunidad gitana. Hago tours tres veces por semana en mi granja y ahí repaso la historia y los orígenes de estos pueblos, lo que genera mucho interés.
-Pero… ¿para qué sirven?
-La visión original fue crear el caballo perfecto desde un punto de vista estético. Mi opinión es que querían lograr el caballo más lindo del mundo porque la caravana gitana inglesa es la más linda del mundo. Siempre me sorprendió lo talentosos y versátiles que son, para mí son como los Golden Retriever de los caballos, son dóciles, no se espantan y se asustan como otras razas. Pero la verdad es que no me interesa si hacen mucho más que eso porque simplemente son hermosos y para mí es suficiente.
Amores perros… y equinos también
Convengamos que tanto los perros como los caballos compiten por estar entre los animales más cercanos al hombre.
Tal vez por ello desde hoy y hasta el domingo se realiza una exposición que los reúne en el predio de La Rural (Avda. Sarmiento 2704).
Tanto para equinos como para canes habrá una amplia variedad de actividades, muestras de diferentes razas, novedades en cuanto a alimentación, belleza, accesorios y competencias.
En el caso de los perros se realizará además un concurso de peluquería canina y simulacros de salvatajes acuáticos en una pileta gigante. El horario de la exposición es de 10 a 20 y la entrada cuesta $90.
CLARIN