Pequeños grandes inversores

Pequeños grandes inversores

Por María Eugenia Usatinsky
El ingenio y la creatividad se potencian en tiempos de crisis. Esto se comprueba -una vez más- en el mercado argentino. La falta de disponibilidad de créditos accesibles para financiar emprendimientos hizo que el crowdfunding -herramienta para el financiamiento colectivo de proyectos- también se introdujera en el negocio del real estate local. Tomando como vehículo la figura del fideicomiso, players del sector inmobiliario salieron a la caza de pequeños ahorristas para tentarlos con inversiones de bajo monto que prometen alta rentabilidad a futuro.
Una de las firmas que se creó para tal fin es Crowdium, que cuenta con el respaldo del grupo Newlink Capital. En esta primera etapa ofrece participar en dos proyectos: La Riviera (ya finalizado), que es un desarrollo del Grupo Portland en la zona del Puerto de Olivos, y Estancia Villa María, en la localidad de Canning, proyecto de Fiducia Capital.
En general, el aporte mínimo para entrar es de $ 10.000. No obstante ello, los directivos esperan que esta modalidad en la Argentina atraiga un promedio de inversión de entre $ 100.000 y $ 200.000.
shutterstock_130356110
Según explican, se seleccionan los proyectos de menor riesgo y una fiduciaria arma la estructura legal (fideicomiso) para permitir el acceso de los inversores. Los clientes son captados y atendidos por las inmobiliarias que les ofrecen los productos o pueden autogestionar en forma individual su inversión a través de la web (plataforma transaccional diseñada para operar online). Una vez elegido el proyecto, el sitio centraliza y coordina la interacción de los clientes con el fideicomiso para completar el fondeo necesario, la fiduciaria -externa a la empresa- y la administración de los fondos para asegurar un manejo transparente. Una vez concluido el periodo de suscripción, se adquiere el activo a nombre del fideicomiso y la fiduciaria se encarga de repartir las ganancias periódicas entre los inversores.
Directivos de Crowdium destacaron: “Abrimos el mercado a clientes que históricamente no podían acceder; al mismo tiempo les evita participar en negociaciones muy complejas y brinda las mismas responsabilidades y seguridad que solo este tipo de operaciones ofrecen”. Y agregaron: “A su vez, a los desarrolladores les da la posibilidad de apalancar grandes obras y prever el ritmo de avance”. En tanto, para los inversores grandes (que desembolsan más de $ 1 millón como apuesta) es una posibilidad para diversificar su cartera y no invertir todo su capital en un solo inmueble.
Otra de las firmas que surgió el año pasado es Crowdfunding Inmobiliario Argentino (CIA), que se enfoca en edificaciones de pozo y loteos pero no establecen un monto fijo como participación mínima de los inversores, sino que el aporte es del 10% del valor de la unidad. Su CEO, Miguel Ángel Alesandro, destacó las ventajas del sistema: “La inversión en ladrillo siempre es rentable. El piso estimado en pozo es de un 23% en dólares y de allí hacia arriba. Este tipo de inversiones nunca decrece en valor”.
Proyectos
Entre las propuestas que ofrece Crowdium para invertir está la adquisición de cinco departamentos de dos y tres ambientes junto a varias cocheras en La Riviera, un edificio de categoría que se ubica frente al Puerto de Olivos. Se trata de una torre premium de 11 pisos y 58 unidades, con vistas panorámicas al Río de la Plata y a la Ciudad de Buenos Aires. Según propone la empresa, la idea es concretar la compra en febrero del año próximo para poner las unidades en alquiler y percibir una renta durante tres años. El retorno previsto con esta operatoria superaría el 33%, según los números de Crowdium, por la revalorización del metro cuadrado al momento de una futura venta.
El otro emprendimiento en cartera -Estancia Villa María- consta de lotes de 1.000 a 5.000 metros cuadrados en sus más de 650 hectáreas. Se localiza en Canning, provincia de Buenos Aires, y contará con amenities y servicios de categoría. A este complejo le resta un año para finalizar la totalidad de las obras. Allí se comprarán por crowdfunding 15 lotes a precios diferenciales para esperar luego cuatro años a que se consolide el proyecto y, posteriormente, venderlos a un precio mayor al inicial. Se estima una revalorización de entre el 50 y hasta el 230% en dólares, indican en la compañía.
Por su parte, los emprendimientos que CIA tiene en marcha bajo este sistema son cuatro. Prevé lanzar este verano Vitraux, edificio de viviendas (cada una de 30 a 100 metros cuadrados de superficie) ubicado en el barrio porteño de Palermo. El valor equivalente al 10% -para ingresar como inversor- es de u$s 7.914 (valor de agosto de este año que está en proceso de ajuste para 2016), con un precio de reventa proyectado de u$s 9.700 a futuro. El emprendimiento, llevado adelante por la desarrolladora Newland, cuenta con el 45% de sus unidades colocadas. Está ubicado en la calle Cabrera, casi Acuña de Figueroa, en Palermo Soho.
CIA también comercializa Trump Tower de Punta del Este, torre de lujo que contará con 156 unidades de 112 a 310 metros cuadrados distribuidas en 24 pisos, sobre la zona de La Brava, en el balneario uruguayo. Ya está en obra y posee el 40% de sus viviendas tomadas pero, para ser parte del proyecto, hay que tener respaldo, dado que el desembolso del 10% del total sería de u$s 41.500, que luego se estima comercializar en u$s 54.000 cuando esté terminado el proyecto.
Además, se puede invertir en un loteo en Añelo, Neuquén, que consiste en dúplex para renta de 70 metros cuadrados cada uno (en obra), que se puede participar con u$s 10.000. El último de los proyectos es el barrio privado Chacras de Abbott en San Miguel del Monte, que consta de lotes para reventa y queda solo un 10% por colocar. En estos casos, el armado y la adhesión al proyecto implica un 4% de gastos sobre el total de la inversión, apuntan en la empresa.
Una nueva alternativa que ya funciona en otros sectores y se suma a las posibilidades de inversión del real estate.
EL CRONISTA