Descarnada crítica del Papa a las “enfermedades” de la curia romana

Descarnada crítica del Papa a las “enfermedades” de la curia romana

CIUDAD DEL VATICANO.- En la que para muchos fue la crítica más directa a los administradores del Vaticano desde que llegó al trono de Pedro, el papa Francisco vapuleó sin piedad ayer a los cardenales y funcionarios de la curia romana.
Durante un mensaje de Navidad, llamó a ese cuerpo a hacer un “examen de conciencia” e hizo un listado de las “15 enfermedades”, entre las que incluyó el “Alzheimer espiritual”, la “esquizofrenia intelectual” y el “terrorismo de los chismes”.
Sereno, directo e incluso con humor, Francisco describió los mayores defectos y límites de la jerarquía de la Iglesia, que, como “cualquier cuerpo humano”, sufre de “infidelidades” al Evangelio y de “enfermedades” que hay que aprender a “curar”.
La descarnada crítica de Francisco, sin precedente en los últimos papados, dejó helados a los cardenales y empleados de la administración vaticana, a quienes las palabras de Francisco les borró las sonrisas y las ganas de aplaudir a medida que su discurso de pastor recorría los vicios que en los últimos años mancharon la reputación de la curia.
Después del saludo formal del cardenal Angelo Sodano, decano del colegio cardenalicio y un fiel representante de la vieja guardia del Vaticano, el Papa enumeró “las 15 enfermedades” de la curia, un catálogo de fallas y vicios con el fin de sacudir a la maquinaria de gobierno de la Iglesia Católica, por años protagonista de escándalos, tanto financieros como sexuales, para lograr así que sea “más armoniosa y unida”.
A través de expresiones impactantes, que generaron inicialmente desconcierto entre los acartonados purpurados y altos funcionarios de la Santa Sede, el Papa analizó las mayores patologías de la maquinaria central de la Iglesia y pidió “reflexión”, “penitencia” y confesión”, con ocasión del espíritu navideño.
La primera enfermedad que Francisco mencionó es la de “sentirse inmortal e insustituible”, sin defectos, privado de autocrítica, que no se actualiza ni trata de mejorar. “Hay que visitar los cementerios para ver los nombres de tantas personas que se consideraban inmunes e indispensables”, comentó. “Es la patología del poder”, el “complejo de Mesías”, agregó.
La segunda, prosiguió el Papa, es la “enfermedad del martalismo”, la enfermedad de los que, como Marta en el Evangelio, “se sumergen en el trabajo descuidando la parte mejor, la de sentarse a los pies de Jesús”. Y añadió: “Descuidar el reposo lleva al estrés y a la agitación, un tiempo de reposo para transcurrir con los familiares es necesario, como es necesario respetar las vacaciones”.
La tercera enfermedad, siguió Francisco, “es la del endurecimiento mental y espiritual, el corazón de piedra y duro cuello de los que en el camino pierden serenidad interior, audacia y se esconden bajo los papeles convirtiéndose en máquinas de prácticas y no hombres de Dios”.
También hizo alusión al “Alzheimer espiritual”. Se trata, explicó el Papa, de “una declinación progresiva de las facultades espirituales, que en un tiempo más o menos largo hace a la persona o al grupo incapaz de una actividad autónoma”.
Otro vicio es la “rivalidad y vanagloria”, vivir en el mundo de las apariencias. En la lista, el Pontífice incluye la “esquizofrenia existencial” de quienes olvidan que están al servicio de personas concretas, que viven una doble vida, se limitan a realizar trámites burocráticos, dependen sólo de sus propias pasiones, caprichos y manías y “construyen a su alrededor muros y costumbres”.
“Sanar esa enfermedad tan grave es urgente e indispensable”, dijo.
El Papa cambió abruptamente su tono cuando se refirió a los “chismes y la cizaña”, invitando a los funcionarios a protegerse de ese “terrorismo” por los destrozos que provoca. Luego abordó las conductas que llevan “divinizar a los jefes”, el ser “víctimas del carrerismo y del oportunismo”, de pensar “sólo en lo que se debe obtener y no en lo que se debe ofrecer”. Otra patología es “la enfermedad de la indiferencia hacia los demás” y la de la “cara fúnebre”, ya que considera que el religioso “debe ser una persona amable, serena y entusiasta. Debe transmitir alegría”, agregó. “¡Qué bien hace una buena dosis de humor!”, recomendó.
Francisco incluyó entre los males de la curia “acumular bienes materiales”, la pertenencia “a círculos cerrados” y “la mundanidad y el exhibicionismo”.
Con su estilo singular, el papa argentino recordó que un día leyó que “los sacerdotes son como los aviones, son noticia sólo cuando se caen”. Y concluyó con una advertencia: “Cuánto mal puede causar a todo el cuerpo de la Iglesia un solo sacerdote que cae”, dijo, al mencionar indirectamente los escándalos sexuales y financieros, así como las filtraciones de noticias por parte de miembros de la curia que marcaron el pontificado de Benedicto XVI.
Francisco, el primer pontífice latinoamericano, no vacila en denunciar la cultura de rumores, ambiciones excesivas y pugnas de poder que afectan a la Santa Sede, pero a medida que sus reformas cobran fuerza parece estar más dispuesto a destapar las deficiencias de la jerarquía.
El discurso no fue bien recibido por los cardenales. Pocos aplaudieron mientras el Papa enumeraba “los males de la curia”.

SEGÚN EVO, EL PAPA INSISTE EN IR A LA PAZ

El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo ayer que el papa Francisco insiste en ir a La Paz, situada a 3600 metros sobre el mar, durante su visita al país del próximo año, aunque el gobierno boliviano planteó realizar los actos centrales en la oriental Santa Cruz, ubicada a menor altitud.
Morales dijo ayer que la visita de Francisco a Bolivia está garantizada para el 2015 y lo que resta definir son las fechas y la agenda de los actos religiosos.
“Me preguntó dónde sería el acto central. Yo, por razones de salud, dije sería en Santa Cruz [situada a 400 metros de altitud]. Pero me ha insistido: «Quiero estar en La Paz». Va estar en La Paz. Pero no sabemos tampoco cuántos días se va a quedar para organizar las distintas visitas”, dijo el mandatario boliviano.
Según Morales, el Papa quiere reunirse con diversos sectores sociales, especialmente con los indígenas. También agregó que están a la espera de la confirmación oficial de la agenda de viaje de Francisco a la región porque, según Morales, está previsto que visite tres países: Paraguay, Bolivia y Ecuador, aunque no está definido en qué orden.

Fuente: LA NACIÓN