Un oasis en Río de Janeiro

Un oasis en Río de Janeiro

Por Liz Valotta

La ciudad carioca es una de las más bellas e interesantes del mundo, además de la reciente sede de la final de la Copa Mundial de la FIFA 2014, que consagró a la Argentina como subcampeón. Pero tiene un atractivo que pocos conocen: el hotel de diseño María Santa Teresa. Santa Teresa, el barrio bohemio por excelencia de Río de Janeiro, ése que ostenta como su ícono distintivo el bondinho que cruza los Arcos de Lapa (el último tren eléctrico que circula en todo Brasil), esconde uno de los secretos mejor guardados de la ciudad: el hotel María Santa Teresa. Como todos los alojamientos pertenecientes a la cadena Design Hotels, esta guesthouse sorprende por su diseño y los detalles acogedores y de buen gusto. Su arquitectura está inspirada en las callecitas que rodean a María Santa Teresa, donde desde hace años se asentó la comunidad artística más grande de Río. Hans Georg Näder, el propietario, puso el foco en ilustrar la historia de Río a través de arte y fotografías que decoran el hotel. El diseño interior de este alojamiento cálido y singular estuvo a cargo de Anja Müller, quien eligió fusionar originales objetos vintage y modernos. Así, la elegancia del diseño escandinavo convive con las coloridas curiosidades de producción local con una armonía encantadora. Las seis suites que integran el hotel, divididas en cuatro niveles, tienen suelos de madera dispuestos en un patrón de espina de pescado sobre los que descansan alfombras de cuero en diferentes tonalidades. Una vez más, la sofisticación, la austeridad y los materiales nobles parecen ser la clave de todo. El amplio vestíbulo y la recepción dan la bienvenida a los huéspedes con una antigua Harley Davidson reconstruida y muebles de madera hechos a mano. Allí se sitúa el lobby bar en el que se disfrutan suculentos desayunos y cócteles. Tanto de día como de noche, la terraza de la piscina es el punto más concurrido del hotel, y ofrece la mejor vista. En la planta baja se encuentra el salón de fumadores, un espacio íntimo que ofrece una selección de puros cubanos, whisky y ron. Otro punto de este alojamiento es el paisajismo, a cargo de la arquitecta brasilera Isabel Duprat. María Santa Teresa ofrece una oportunidad única: conocer Río de Janeiro de otra manera, una más bohemia y elegante pero igual de fantástica.

FUENTE: EL CRONISTA