Twitter, esa gran pasión de los mandatarios latinoamericanos

Twitter, esa gran pasión de los mandatarios latinoamericanos

Twitter, una de las mayores redes sociales del mundo, intenta aprovechar la otra gran pasión de América Latina además del fútbol: la política. La empresa, cuya sede se encuentra en la ciudad norteamericana de San Francisco y que viene de tener un crecimiento explosivo en la región, envió la semana pasada a su principal estratega político a Brasil para explicar a los senadores de uno de sus mayores mercados globales cómo sacar ventaja de la red de 250 millones de usuarios. El objetivo es obvio: las próximas elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el próximo 5 octubre.
“El mercado latinoamericano está creciendo” dijo Adam Sharp durante una entrevista con la agencia de noticias Reuters en San Pablo. “Y las elecciones son una buena oportunidad para Twitter”, agregó. Según el especialista, la red social permite a candidatos y votantes volver a establecer aquella conexión personal del pasado y de una forma “escalable”.
Ocurre que con una baja penetración de Internet y la rápida adopción de smartphones, América Latina se ha convertido en uno de los mercados de mayor expansión para Twitter y otras redes sociales como Facebook.
En un año en el que ya hubo tres elecciones presidenciales y en el que –sin contar a Brasil– aún faltan las de República Dominicana, Colombia, Bolivia y Uruguay, la plataforma de microblogs se está volviendo una herramienta indispensable para cualquier político.
Igual que los artistas y futbolistas famosos, los políticos movilizan millones de seguidores y generan una audiencia que Twitter puede luego monetizar a través de los anuncios publicitarios.
Varios presidentes latinoamericanos abrazaron la red con fervor. El colombiano Juan Manuel Santos (@juanmansantos) tiene por ejemplo 2,8 millones de seguidores. En tanto, Cristina Fernandez (@cfkargentina) suma 2,7 millones. Por su parte, el mexicano Enrique Peña Nieto (@epn) está tercero con 2,6 millones y la brasileña Dilma Rousseff (@dilmabr) posee 2,3 millones de seguidores.
En Venezuela, donde el ex presidente Hugo Chávez continúa teniendo 4,1 millones de seguidores más de un año después de haber fallecido, los tuits de su sucesor Nicolás Maduro (@nicolasmaduro) llegan a 1,9 millones de personas, y los del opositor Henrique Capriles (@hcapriles) a 4,4 millones.
“En América Latina, la gente es apasionada por la política”, dice Sharp, un ex periodista y asesor legislativo cuyo trabajo consiste, precisamente, en trasladar esa pasión al mundo de mensajes de 140 caracteres de Twitter. “Donde creo que hay espacio para mejorar es en enfocarnos más en la autenticidad y tener conversaciones reales con la audiencia que no necesariamente sean sobre política”, agregó el experto.
A diferencia de lo que ocurre en otras partes del mundo, en América Latina los políticos suelen escribir sus propios tuits en lugar de poner el canal en manos de sus asesores. “Yo los alentaría a involucrar más a la audiencia. A usar Twitter menos como plataforma de transmisión y más como una herramienta para un diálogo”, dijo Sharp. La autenticidad, según el estratega estadounidense, es la táctica más efectiva.
“Las posibilidades de que alguien retuitee o responda un tuit son muchísimo mayores cuando piensa que se trata de la voz real de la persona a la que están siguiendo”, agregó.
En sus conversaciones con los políticos latinoamericanos, Sharp intenta demoler varios mitos en torno a Twitter. Uno es que mayor cantidad de usuarios se traduce en mayor influencia política en la elección. Otro es que cuanto más tuits, mejor. “No hay un número mágico. Si uno busca un promedio para un líder sería alrededor de un par de veces al día”, concluyó.
EL CRONISTA

Tags: