Messi, el hombre que destroza todos los records

Messi, el hombre que destroza todos los records

Cincuenta metros y cinco defensores lo separaban desde el lugar en que Lionel Messi ató la pelota a su zurda y la llevó hasta el arco de la Real Sociedad. Ocho segundos, apenas, pasaron para que invente ese gol, que selló el pase para el Barcelona a la final de la Copa del Rey, que se jugará el próximo 19 de abril ante el Real Madrid. Para la mayoría de los futbolistas, hubiera sido un gol inolvidable porque no es nada sencillo recorrer exactamente medio campo con la bocha pegada al pie y en diez toques vencer a cinco rivales, más el arquero. Para Messi, en cambio, es uno más de los 335 gritos con la camiseta blaugrana.
Así, al menos, pareció por su festejo medido. Como si no hubiera sido el tanto que lo ubica como el jugador que más goles marcó con la misma camiseta en el fútbol español contando todas las competiciones junto con el vasco Telmo Zarra, gloria del Athletic Bilbao en la década del 40. Otro record más que bate el zurdo de 26 años que juega a la pelota como si no supiera las marcas históricas que el derriba cada vez que salta a la cancha.
Ahora, después de haber igualado a Zarra, el desafío histórico que se le aparece adelante a Messi es el de superar a Alfredo Di Stefano como máximo goleador histórico de los clásicos entre Real Mardid y Barça. La Saeta Rubia marcó 18 veces contra los catalanes, los mismos que lleva anotado el rosarino. La final de la Copa del Rey, que seguramente se jugará en Mestalla, el estadio del Valencia, parece ser el escenario propicio, aunque antes se cruzarán por la Liga, el 23 de marzo, en el Santiago Bernabeu. Zarra (251) aun sigue siendo el máximo goleador de la historia de la Liga Española, en la que el argentino figura como quinto máximo artillero con 226 tantos. En el medio, figuran tres glorias del Real Madrid como Di Stefano (227), Raul (228) y Hugo Sánchez (234). Será cuestión de meses que también alcance ese récord.
Más allá del gol y de algunas pinceladas de su talento –un pase exquisito a Dani Alves, otro grito que evitó Enaut Zubikarai, el arquero vasco– el argentino no tuvo una actuación descollante. Quizá porque el partido no lo ameritaba: el 2 a 0 a la ida y el primer tanto a los 27 minutos ya habían cerrado la serie. Pero fue su tercer tanto en cuatro días, después de los dos goles para dar vuelta el partido ante el Sevilla, el domingo pasado, por la Liga. Así, Messi empieza a enderezar su 2014, el año del Mundial que no había arrancado con el nivel superlativo que se le conoce. Con el de ayer, llegó a los 10 goles en 10 partidos en lo que va del año, luego de largos meses de inactividad por los reiterados desgarros con los que terminó el 2013. Como si de a poco volviera a tomar ritmo y afilara su zurda para llegar de la mejor manera a los momentos importantes, como el del miércoles próximo, cuando abra la serie de octavos de final de Champions League ante el Manchester City.
EL GRAFICO