Ejecutivas en viaje

Ejecutivas en viaje

Por Pamela Lundh
El hecho de que las mujeres de negocios que viajan por oficio y/o profesión continúen con un marcado crecimiento, que a poco está de llegar al 50% y de lograr la mentada igualdad con los hombres en este interesante rubro, crea por cierto una nueva voz cantante en el mercado. Más aún, si se tiene en cuenta que a principios de los años 70 el porcentaje apenas rasguñaba el punto. Sin duda, en los últimos tiempos las ejecutivas han ganado espacios introduciéndose en un mundo absolutamente desconocido para ellas dos décadas atrás. Hoy día toman decisiones a la par de los hombres, conservan y defienden su independencia al tiempo que, cada vez con mayor frecuencia, dejan su país y recorren el mundo por obligaciones laborales.
Tanto aerolíneas como cadenas hoteleras han comenzado a proponer programas, promociones y servicios dedicados a las businesswomen, dado que con el correr de los años han dejado en claro cuáles son sus necesidades y gustos, y que harán lo posible para conseguirlos.
Un estudio recientemente realizado en conjunto por el New York University Center forHospitality, la Administración de Viajes y Turismo de esa ciudad, y algunas cadenas hoteleras, reveló las exigencias femeninas al momento de viajar, mostrando que las principales demandas de las mujeres de negocios se centran en recibir un trato cordial y ágil por parte del personal de hoteles, resorts y compañías aéreas. La conveniente relación costo-beneficio de los servicios prestados por las diversas empresas también surgió como otro factor determinante, ya que más del 70% de las 403 consultadas enfatizó la importancia de un “servicio responsable” en el que se conjuguen amabilidad, eficacia y bajos aranceles. Por otra parte, casi todas las encuestadas denotaron gran interés por conocer al dedillo tanto las ventajas de los programas destinados a los viajeros frecuentes, como la reputación de las compañías aéreas y hoteleras, antes de efectuar contrataciones o compras de billetes.
En segundo término las damas manifestaron observar muchos más detalles que los hombres en cuanto a la ubicación geográfica de los hospedajes. El ideal de hotel delineado por las ejecutivas debe estar cerca del aeropuerto, en una zona segura en la que abunden centros comerciales, aunque nunca lejana a museos, parques y otras atracciones. Es importante que el alojamiento sea de reconocido prestigio, aunque no tanto las roomamenities, ya que “las generosas cantidades de pompones de algodón son encantadoras, pero la crema y el acondicionador para el cabello prefiero llevarlo yo”, aseguraron.
Según el informe, que tuvo una importante repercusión entre las involucradas, el perfil más frecuente de las mujeres que viajan por trabajo dibuja un resultado que las muestra mayormente casadas, de más de 40 años y sin hijos, aunque hay una tendencia que encuentra en alza la franja compuesta por integrantes de 25 a 35 años.
Por lo general, son depositadas automáticamente en sus cuentas bancarias (la opción elegida por la gran mayoría para cobrar el sueldo) sumas mensuales que van desde los 4100 a 7200 dólares, por supuesto, por empleos full time, representando estos la segunda entrada del hogar ya que los honorarios de sus maridos es mayor en casi el 80% de los casos. Viajan entre dos y cuatro veces por año y creen que justamente eso hace más atractivas sus vidas. De hecho, casi sin dudar aprovechan el fin de semana para alargar las estadas si la ocasión lo permite, en tanto que el 52% asegura “odiar” los viajes de sólo una noche fuera de casa.
Tanto unas como otras aceptan relegar en cierta medida una dieta sana y baja en calorías, para probar las especialidades gastronómicas de los sitios que visitan, aunque un 24% declara sentirse culpable por abandonar los alimentos light que consume habitualmente. Por otra parte, todas coinciden en que la fórmula hijos – viaje de negocios no conduce a buenos resultados, dado que 80 de cada 100 mujeres nunca llevaron a sus hijos a un viaje de negocios, y del escaso restante, sólo un 8% lo hizo más de una vez. Estuvo a punto de ser unánime la respuesta que dieron ante la pregunta acerca de si los shoppings son la mejor manera de aprovechar los ratos libres: definitely (definitivamente).

Ellas toman la palabra
Un análisis más profundo del estudio echó luz sobre un asunto que, aunque algo trillado, explica el hincapié que el público femenino hace en la necesidad de un trato cordial y eficaz: muchas mujeres manifestaron sentirse a menudo discriminadas por su condición de tales. En efecto, muchos sondeos dejaron en claro que la mayoría de las ejecutivas recibían en sus viajes de negocios un trato pobre que les ocasionaba pérdidas de tiempo y otros trastornos.
Además, varias cadenas hoteleras expresaron que sus clientas suelen quejarse de no gozar de los mismos privilegios que los hombres en aeropuertos, vuelos y conserjerías de hoteles. Sin duda este tipo de encuestas llegarán también a los prestadores de servicios, quienes, seguramente contemplando que “ellas” no es más un potencial consumidor sino una realidad que se ve mes a mes en la facturación, virarán el rumbo de algunas políticas. Y aún más, cuando se enteren que el 70% de contrataciones de hoteles, seguros de asistencia al viajero y reservas de pasajes para el management empresarial internacional están cargo de secretarias o asistentes femeninos que, en la generalidad de los casos, tienen la última palabra y eligen una empresa u otra según sus preferencias.
EL CRONISTA