Scola: “este equipo tiene potencial”

Scola: “este equipo tiene potencial”

Por Xavier Prieto Astigarraga
Por ser el único jugador de NBA del grupo, el capitán y el máximo goleador histórico del seleccionado nacional y el mejor basquetbolista del plantel, Luis Scola es el gran líder de la Argentina en este camino hacia Caracas 2013, que catapultará a cuatro conjuntos para el Mundial del año próximo. Y aunque existen dudas sobre la capacidad de este equipo en el que conviven varios debutantes con la camiseta celeste y blanca, el nuevo interno de Indiana Pacers cree que hay poderío suficiente como para cumplir con el objetivo.
Que para Luifa es un poco más que la mera clasificación para España 2014: competidor innato, él quiere ser campeón… porque conquistar el torneo FIBA Américas implica ser el monarca continental, con la salvedad de la ausencia del hegemónico Estados Unidos, por supuesto. Pero al mismo tiempo Scola es realista y tiene incertidumbre sobre si la Argentina se ganará su lugar en el Mundial. “No sé exactamente para qué estamos”, admitió ayer, en la atención del plantel a la prensa en el hotel Panamericano. Pero también aclaró: “Yo tengo expectativas altas”.

-¿Cómo te sentís encabezando este proceso en el seleccionado?
-Está bueno el desafío. Me gusta el equipo, también. Creo que tenemos un buen equipo, jugadores jóvenes que tienen talento… Falta construir lo mismo que construimos en estos años, con la particularidad de que en 2014 podrán volver algunos o muchos, y hacer una mezcla. La Generación Dorada abarca varios equipos, y el agregado de jóvenes a un núcleo fuerte fue lo que nos hizo exitosos y lo que puede llevarnos al próximo nivel el año que viene, si en éste somos competitivos.

-¿Y cuál es la raíz que se debe mantener siempre?
-Teníamos un montón de cosas buenas y algunas malas, y tenemos que mantener lo máximo posible las buenas: el espíritu constante de competencia, la identificación con la camiseta, la conjunción entre talento y esfuerzo, y un montón de cosas que hemos tenido en estos diez años. Y agregarles otras. Por ejemplo, el equipo que jugó el año pasado tenía un promedio de edad bastante alto y le costaba correr, jugar en un ritmo alto; en cambio, éste puede hacer eso, porque es más joven y tiene la típica ambición de meterse en la elite mundial. Quizá consigamos algunas cosas que el otro equipo no tenía y, mezclando virtudes de ambos, dar el salto de calidad que estamos esperando.

-¿En qué momento de la preparación se encuentra la Argentina?
-A mitad de camino, a la altura del punto cronológico en que estamos. La pauta de cómo está el equipo es marcada por los amistosos, porque en los entrenamientos no hay una referencia: uno juega contra sus compañeros y si están mal todos, puede haber una falsa sensación de que las cosas están mejor, y a veces parece que está todo mal y, en realidad, el equipo defiende muy bien y en las prácticas no se puede hacer un punto. Lo ideal es jugar amistosos con los mejores rivales posibles, lo cual ocurre muy pocas veces en nuestro caso. Siempre jugamos con los que podemos, por diferentes motivos, y eso nos quita un poco de referencia. Tuvimos un buen rendimiento contra Brasil; eso nos hace sentirnos mejor. Da la sensación de que el equipo va en línea ascendente.

-¿Que falten figuras en varios equipos emparejó todo?
-Los favoritos son más o menos los mismos… sin saber exactamente cuáles son. Hay que esperar a que llegue el torneo.

-¿La meta es sólo clasificarse?
-Yo no voy a limitar al equipo. No sé exactamente para qué estamos. No veo por qué no habríamos de tener equipo como para salir campeón. Como tampoco pienso que esté loco alguien que no crea que vayamos a clasificarnos. No nos pongo ahora techo ni piso. Creo que este plantel tiene potencial; dependerá de qué tipo de equipo habremos construido en este mes de entrenamiento. Yo tengo expectativas altas; ahora bien, no sé si vamos a salir campeones, sextos o terceros. Muchas cosas tienen que pasar para salir campeón de un torneo. No siempre es suficiente jugar bien. Hemos jugado mal y tenido buenos torneos de nuestra parte…

-¿A la Argentina, por antecedentes, se le va a exigir mucho?
-Van a exigirnos, pero es normal por los logros de estos años, y está bien, no es algo malo. Al fin y al cabo, si uno quiere que lo valoren, lo respeten, lo elogien, que confíen en uno, que la gente vaya a la cancha y sea hincha del seleccionado, no puede esperar que haya baja expectativa. Todo eso va de la mano con expectativas altas. Nosotros las hemos generado de tres o cuatro formas. Una fue obtener buenos resultados.

-¿Das importancia a las bajas de los otros equipos?
-La misma que a las mías. Mientras la baja no está definida, le doy importancia; en el momento en que se define, ya está, ese jugador no cuenta para este proceso. Y me olvido de ese jugador. Sí doy más importancia a las bajas ocurridas a mediados de torneo, porque ésas entorpecen más. Si alguien en enero dice: “No voy a jugar en el seleccionado”, uno ya arma un planteo y distribuye funciones sin pensar en ese jugador. Pero cuando él dice: “Sí, voy a estar”, y a mediados de la preparación se baja por lo que sea, esa baja complica más.

-¿Por qué vos estás siempre? ¿Acordás algo en el contrato para priorizar el seleccionado?
-¿Contrato con la CABB [Confederación Argentina] ¡Acá no hay contrato de nada! ¡No tenemos ni papel!

-El contrato con tu club…
-En la NBA no hace falta, porque en el contrato colectivo entre los jugadores y la organización está establecido que uno puede ir al seleccionado siempre y cuando quiera y esté sano. Y en mi caso se han dado las dos circunstancias: estoy sano y quiero venir. Me hace bien físicamente, me gusta venir y creo que es bueno para mí. El día en que piense que es malo o en que la balanza se incline hacia el otro lado, no vendré más.

-¿A qué te obliga haber pasado a un equipo importante de la NBA y tener la responsabilidad de liderar al seleccionado argentino?
-El único cambio es que ahora voy a jugar más entrada la temporada, porque ahora vamos a jugar los playoffs. Bueno, nunca se sabe con seguridad, pero sería casi una catástrofe que Indiana no se clasificara. Es decir que voy a tener un mes, un mes y medio más de competencia, o sea, un poco más de esfuerzo físico.
LA NACION