El pequeño milagro en el escritorio de Tim

El pequeño milagro en el escritorio de Tim

Por Ariel Torres
Hace no mucho, si empezabas un relato con la frase “En el pasado…”, tu interlocutor sabía que hablabas, como mínimo, del Descubrimiento de América. O del período Jurásico.
Ya no es así. Ahora Colón está a la vuelta del almanaque y los dinosaurios se extinguieron antes de ayer. Mirá la Web, por ejemplo. No, no es que se haya extinguido. Todo lo contrario. Vivimos en un mundo Web. El correo electrónico, la búsqueda de una casa nueva, la compra y venta de casi cualquier producto o servicio, los pasajes y hoteles para un viaje soñado, Facebook y Wikipedia, docenas de jueguitos, la hora en París, el clima en el techo de tu casa y el techo de tu casa en Google Maps, todo eso está hoy en ese servicio de Internet al que llamamos la Web .
Aunque Internet y la Web no son lo mismo -ni remotamente-, si esta nación de casi 2500 millones de habitantes que es la Red tuviera un portal de entrada, sin duda sería una página Web. Es más: uno siente que la Web ha estado ahí siempre. Vamos, ¿cómo vivíamos antes?
La verdad es que muchos de nosotros pasamos una parte sustancial de nuestras vidas sin la Web (y sin Internet, para el caso). ¡En serio! De hecho, la Web cumplió el martes último, oficialmente, 20 años. Desde su creación son, en realidad, unos pocos más (digamos, 22), pero lleva 20 años entre nosotros, los ciudadanos de a pie.
Sólo 20 años. Y parecen 100.
Para la ocasión, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) recuperó de sus archivos la primera página Web de la historia ( http://info.cern.ch/hypertext/WWW/TheProject.html) , puesta en línea en agosto de 1991 por Tim Berners-Lee, que en marzo de 1989 había propuesto este sistema de hipertexto para la documentación del CERN y que en 1990, con la ayuda del belga Robert Cailliau, había logrado ponerlo en marcha.
El 30 de abril de 1993 el CERN publicó un documento en el que comunicaba formalmente que la Web pasaba al dominio público ( https://cds.cern.ch/record/1164399 ). Ese mismo año el Centro Nacional de Supercomputación de los Estados Unidos lanzó el primer navegador gráfico, llamado Mosaic , que no sólo será un impulsor fundamental de la expansión de la recién nacida Web, sino que pronto inspirará a Mark Andreessen, coautor de Mosaic , a fundar Netscape. Dos años después, en septiembre de 1995, llegarían las conexiones de Internet para particulares a la Argentina.
Ahora, si el sitio fundacional de la Web te parece una antigüedad, entonces el primer servidor Web te va a dejar pasmado. Pista: un smartphone es alrededor de 90 veces más poderoso que aquella máquina histórica, la computadora donde funcionó el primer servidor HTTP.

Por favor, no apagar
¿Qué es un servidor Web? Es la máquina que aloja y ofrece las páginas Web que vemos a diario. En otras palabras, cuando entramos a un sitio nuestra PC, el smartphone o la tablet hablan con otra computadora, a la que se denomina servidor Web o servidor HTTP , y que, por toda respuesta, enviará los datos que constituyen la página que queremos ver y que el Internet Explorer , el Chrome o el Firefox convertirán en los vistosos gráficos a los que estamos habituados.
Por supuesto, cuando tenés centenares de miles de personas visitando tu sitio no te alcanza con una computadora. Pero en junio de 1991 había un solo sitio Web, el de Tim Berners-Lee, alojado en su propia computadora. Sobre su escritorio.
Acá tienen una foto de esa máquina: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d1/First_Web_Server.jpg.
Sí, es una NeXT, la empresa que fundó Steve Jobs tras ser expulsado de Apple en 1986. Las NeXT, lanzadas en 1988, no tuvieron éxito comercial, pero eran muy valoradas en el ambiente científico y técnico porque, para la época, resultaban muy avanzadas. Por añadidura, su software marcaría el paso de buena parte de la informática que disfrutamos hoy (más sobre esto enseguida).
Miremos un poco la foto. Se observa que el monitor era de tubo de rayos catódicos -las primeras pantallas LCD para computadoras de escritorio aparecerían a mediados de la década del ’90- y, además, blanco y negro; ese detalle no se ve en esta foto, porque la pantalla está apagada, pero la base de la pantalla es característica de los display monocromáticos de las NeXT, un modelo destinado al diseño gráfico de diarios, libros y revistas. En este sitio hay, entre otras imágenes históricas, una captura de pantalla de la NeXT de Berners-Lee: http://info.cern.ch/www20/photos/
Sobre el teclado hay una copia del documento que describe el sistema de hipertexto propuesto por Berners-Lee en marzo de 1989. Pegado al frente del gabinete, a la derecha, se ve un cartel que inspira ternura, considerando lo que vino después. Escrito a mano en marcador rojo, reza: “Esta máquina es un servidor. ¡No apagar!”
No sólo era un servidor. Era el primero de su tipo, el primer servidor Web. Se llamaba CERN httpd (la d es por daemon , la palabra que se usa en Unix para denominar los procesos en segundo plano) y fue discontinuado en 1996. Dato curioso: este software sufría el bug del 2000, el error que aquejó a muchos sistemas que asignaban dos dígitos para el año y que, por lo tanto, podían confundir el 2000 con 1900.

Avión a chorro
Como dije, las NeXT eran máquinas poderosas en su tiempo. Recuerdo haber visto avisos y reseñas de estos equipos. Uno sólo podía soñar con comprarse una NeXT. Es que, a valores de hoy, costaban unos 12.000 dólares. Además, no se comercializaban en la Argentina.
¿Y qué obtenías por ese dinero? (Recomiendo sentarse, antes de continuar.) Un microprocesador de 32 bits a 25 MHz (25 millones de ciclos por segundo), el 68030 de Motorola, que también era usado por las Apple II, por las Commodore Amiga y por equipos de Sun Microsystems. El 68030, que alcanzaba 18 MIPS (Millones de Instrucciones Por Segundo) no tenía capacidades aritméticas de coma flotante, así que las NeXT incorporaban un coprocesador matemático, el 68882.
¿Cómo se compara esto con la tecnología de hoy? El cerebro electrónico de mi smartphone es un chip de 64 bits con 4 núcleos que funciona a 1500 millones de ciclos por segundo; esto es, un reloj 60 veces más rápido que el del 68030. Medí sus MIPS (con la app CF-Bench , para Android) y el resultado fue 1620, unas 90 veces más que aquellas NeXT. Teóricamente, la diferencia debería ser mayor, en el orden de las 500 veces, pero aun con esta medición más conservadora el abismo es enorme. Si el límite de velocidad de las autopistas urbanas aumentara 90 veces, podrías viajar a 9000 kilómetros por hora. Casi 3 veces más que el récord de velocidad alcanzado por un avión tripulado. O 10 veces la velocidad de un avión de pasajeros. O, metros más, metros menos, la velocidad de una bala.
¿Y comparado con una PC de escritorio de última generación? Pongamos un Core i7 Extreme Edition de Intel, que supera los 147.000 MIPS. Eso es más de 8000 veces más rápido que la NeXT donde nació la Web. Es tanto más rápido que no tiene sentido hacer analogías con el mundo físico.

Memorias del silico
Las máquinas como la que Tim Berners-Lee tenía en su escritorio venían con 8 MB de memoria RAM, que podía expandirse a 16; sí, megas. Este teléfono que llevo en el bolsillo tiene entre 256 y 128 veces más RAM; mi PC tiene 1000 veces más memoria.
En su momento, sin embargo, 8 MB de RAM era un privilegio, con la mayoría de las computadoras personales de la época provistas de 1 MB de memoria o menos.
Como adelanté, otro detalle interesante de la computadora donde corrió el primer servidor Web es su software. Usaba el NeXTSTEP, un sistema operativo tipo Unix basado en el núcleo Mach de la Universidad de Carnegie Mellon. Ofrecía, además, el lenguaje de programación Objective-C, nacido a principios de la década del ’80 de la mano de Brad Cox y Tom Love, que se propusieron añadirle al lenguaje C la orientación a objetos que era el sello de otro célebre lenguaje de la época, el Smalltalk.
¿Qué tiene que ver esto con la informática actual? Fijate: el NeXTSTEP se convirtió en el OS X, el sistema operativo de las actuales Mac, y en el iOS, el sistema de las iPad y los iPhone. Objective-C es el lenguaje que se usa hoy, aggiornado, para crear aplicaciones para las Mac, el iPhone y la iPad. De hecho, el entorno de desarrollo que traían las NeXT, llamada Project Builder , es abuela de la actual Xcode . Este conjunto de herramientas de software integradas trazó, pues, las bases de los modernos esquemas de tiendas de aplicaciones vinculadas a dispositivos.
Para quienes estén interesados en estas brillantes y fugaces estrellas de la tecnología que fueron las NeXT, aquí hay un sitio con mucha y buena información: http://www.kevra.org/TheBestOfNext/
Aunque en la foto no se distingue bien, la NeXT de Berners-Lee poseía un gabinete de magnesio en forma de cubo y de color negro, lo que le valió el mote de The Cube . Mote que Jobs adoptaría para la siguiente generación, que bautizaría NeXT Cube. Fabricada en 1990, venía de base con 16 MB de RAM, un procesador más potente (el 68040), disco duro de 400 MB y una ranura adicional para diskettes, cerca del borde superior.
Por supuesto, aparte del poder de cómputo está el asunto de la conectividad. Esos números simplemente se van de escala. Para no abundar y sólo como ejemplo, Google necesita 200.000 veces más ancho de banda que el de un hogar para ofrecer sus servicios.
Muchas grandes cosas han tenido inicios humildes. Pero pocas tan colosales y a la vez de arranque tan humilde como la Web, que 20 años después tiene no ya un solitario sitio alojado en una computadora de escritorio, sino más de 630 millones de sites operando en inmensas granjas de servidores.
Se ha vuelto tan grande que ya no cabe en una foto.
LA NACION

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