La salud desde la visión de nuestro querido Carlos Bloch

La salud desde la visión de nuestro querido Carlos Bloch

En homenaje al maestro, médico, amigo, compañero Dirigente, su visión su claridad intelectual y conceptual ilumino el pensamiento y toco a quienes tuvimos la suerte de conocerlo y tratarlo.
Nos dejó físicamente recientemente, todo el cariño de la familia de Ospat a sus deudos Q.E.P.D

Por Carlos Bloch
La resolución de las demandas de salud y en consecuencia los modelos de atención han sido y son motivo de discusión en los mas diversos espacios.
En nuestro país se ha ido conformando un modelo prestacional, que paralelamente a los fuertes principios de solidaridad que singularizan el Sistema de la Seguridad Social, fue incorporando elementos no deseables, con resultantes negativos en términos de equidad, universalidad, eficacia y eficiencia.
A modo de análisis macro, podemos señalar primero la fragmentación a través de varios sub-sectores, en donde conviven superposición de esfuerzos y jurisdicciones por una parte con ausencia de respuesta por otra. La segunda en relación a la práctica sanitaria, está imbuida de una visión negativa de la salud, fuertemente vinculada a enfermedad y muerte, con escasa atención a la salud y su preservación. Es tan ostensible este deslizamiento, que todas las formas de retribución del sistema, pago por acto médico, capitado o cartera global, están siempre vinculados a acciones sobre condiciones de enfermedad o sus secuelas y son muy escasos, cuasi experimentales, las retribuciones e incentivos por mantener sana una población asignada.
Esta practica sanitaria pone en marcha toda una costosa y sofisticada estructura – cuyo alcance no puede ser universal y equitativo – actuando sólo cuando se pierde el “estado de salud”.
Como todo sistema, esta realidad ha condicionado fuertemente el comportamiento de los actores fundamentales: financiadores por un lado y prestadores por el otro.
Cada uno se fue replegando a su visión unilateral y a la defensa de intereses prima facie legítimos, pero que indefectiblemente terminaron actuando como fuerzas antagónicas y no necesariamente complementarias dentro del sistema.
Estas falsas antinomias, sólo se resuelven en la practica cuando todos los sectores confluyen, desde distintos roles, saberes y practicas, en un mismo fin: proteger la salud como bien social.
El vínculo entre financiador – léase en nuestro particular sistema, Obra Social – y prestadores médicos e instituciones, debe ser ya sin ninguna duda, asociativo.
Es en este contexto, que el beneficiario, en categoría de sujeto y no de objeto, ejerce plenamente su ciudadanía.
El derecho a la salud es una de las condiciones fundamentales para ejercer plenamente la libertad. La búsqueda permanente de nuevos y mejores modelos de atención de la salud, solidarios, con fuertes lazos de cooperación y comunión de objetivos, es un imperativo de la hora y es en este escenario, complejo pero apasionante, en donde tendrán respuestas las legítimas aspiraciones de cada uno de los actores.