“Ya descarté al fútbol de mi vida”

“Ya descarté al fútbol de mi vida”

Por Julián Martinez
Gabriel Airaudo jamás recordó lo que sucedió la tarde del 23 de mayo de 2010. “Al fútbol ya lo descarté de mi vida. Y si bien ya sé que la recuperación es bastante lenta, asumí que esto sigue y a los 28 años estoy seguro que voy a encontrar muchas cosas para hacer”.
–¿Notas evolución en tu ojo izquierdo?
-Hace un año, que fue cuando me hice la última cirugía, las cosas cambiaron mucho. Ahora me siento un poco más cómodo con las luces que eran el gran problema que tenía, y si bien me falta recuperar un poco de visión, siento que estoy evolucionando.
–¿Cuál fue la secuela de la lesión?
–La lesión ahora es mínima, tendré aproximadamente un 30 por ciento del ojo dañado, pero en la última cirugía se colocó una lente especial para que no tenga tantos problemas con la luz. Por suerte salió muy bien y eso me permite estar más cómodo en el día a día, que es lo que buscaba. Igual los médicos me dijeron que no va a ser nada fácil, pero que intentaremos mejorar aún más la visión.
–¿Quién te está ayudando?
–Principalmente tengo la ayuda de la ART, aunque también el club está dándome una mano. Además es mucha la atención que me dan tanto Sergio Marchi (secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados), como el abogado de Agremiados. Se portan de maravilla y me están ayudando en viajes y en lo que necesite. Es mucha la gente que que se está portando muy bien y por suerte ir a ver a mis compañeros a cada partido de Atlético Rafaela, me sirve mucho.
–¿Cuáles son tus expectativas, tus ilusiones?
–Sinceramente lo que buscaba el año pasado era la comodidad del día a día y por suerte eso, en parte, se cumplió. Ahora el próximo paso es conseguir algo que me haga sentir útil, ya sea en el fútbol o cercano al mismo. Y eso sería de gran ayuda para poder despejar la cabeza del todo. Pero las cosas de un año a esta parte cambiaron mucho. Además voy a ser papá y eso me está haciendo muy bien, me da mucha más tranquilidad.
Tras el infausto choque, las ciudades por las que transitó no le dieron la espalda. La Municipalidad de Sunchales, donde nació el 22 de diciembre de 1984, lo nombró ciudadano ilustre, entre otros reconocimientos. También debió recurrir a ayuda psicológica, pese a su escepticismo inicial, para poder sobrepasar el difícil momento del retiro forzado y el nuevo camino por transitar.
–¿Qué recordás de la jugada?
–Nada. Y son cosas del destino, porque mil rodillazos más y no me dejaban las secuelas que me dejó ese. Pero fue así y por suerte ahora ya mejoró todo, especialmente la molestia y nerviosismo que me causaban las luces. El cambio me dio tranquilidad.
–¿Hablaste con Lucas Castro, tras ese choque con él?
–No, nunca apareció ni nunca me llamó y quizás sea esa una cuenta pendiente porque si fue sin querer, como he leído que dijo, se debería haber portado de otra manera. Pero no todos somos iguales y él decidió manejarse de esa forma.
–¿De Gimnasia te llamaron?
–No, tampoco. Ni en aquel momento, ni nunca. Obviamente que en la recuperación no hubiese cambiado nada, pero molesta porque uno se hubiese manejado de otra manera. Pero no todos pensamos igual.
–¿Qué sentiste con el ascenso de Rafaela?
–Fue un desahogo enorme. Ahí me empezaron a caer mucho más las fichas de la Promoción del 3 a 0 remontado, también de mi lesión y por suerte pude estar en Tucumán, para compartir la gran alegría del club.
–¿Teniendo en cuenta que para vos fue una ilusión frustrada te incomoda?
–Y sí, ahora es como una envidia sana, porque no puedo vivir eso, compartir el plantel y jugar en Primera. Pero estoy contento porque muchos de mis compañeros lo pudieron vivir y por el club en particular, que es un ejemplo de institución.
–¿Qué le recomendarías a un joven que no mide las posibilidades que existen de que se frustre la carrera?
–No sé si estoy capacitado para dar un consejo. Pero lo fundamental es que disfruten de cada día y sobre todo que analicen que esto es un deporte que da muchas alegrías, pero que no todas son satisfacciones. La vida, con la familia, los amigos, siempre va más allá que el fútbol.
EL GRAFICO