“Tener un hijo es algo transformador”

“Tener un hijo es algo transformador”

Por Diego Gez
La reconocida actriz Jennifer Garner supo captar la atención del escritor y director Peter Hedges después de mucho tiempo. Finalmente, el destino quiso que ambos pudiesen trabajar juntos en La extraña vida de Timothy Green, la nueva película del director.
La actriz que saltó a la fama por medio de films como Juno, Butter y Alias, se sintió atraída por el proyecto que Hedges le presentó. “Amé este guión”, confesó la actriz. “Pensé que era tan hermoso; me puso sentimental. Adoré que se tratara de una familia, y me gustó que explorase la idea del amor familiar desde ángulos tan diferentes”, agregó.
Trabajar con Hedges estuvo a la altura de lo que Garner esperaba. “Confío mucho en la visión de Peter”, afirmó la actriz. “Sé que él está realmente atento a la actuación y siento que tiene un excelente gusto. Es entretenido actuar para él porque es un gran fanático de los actores, de la actuación. Sentís ese apoyo y ese entusiasmo que viene desde detrás del monitor. Es una historia clásica y lo que más me gusta es que, a la vez, es una historia nueva. No es algo reversionado; es una idea original de Ahmet Zappa que Peter (Hedges) tomó con ambas manos y trajo a la vida”, concluye Garner.

–¿Cómo describirías el film que protagonizar?
–El film trata de una familia que comienza como una pareja que tiene problemas para concebir un hijo y está muy apenada. Pero, por la voluntad y la fuerza, y con un poquito de magia, crean su propia familia.
–¿Cómo es Cindy Green, tu personaje?
–Cindy Green es una chica buena. Es alguien que uno tendría como la vecina de al lado, o como mejor amiga, o alguien con quien cualquiera quisiera tener una cita durante la secundaria si le gustan las chicas un poquito nerds. Pero, ante todo, ella es la mujer de Jim Green. Está loca por su esposo y quiere ser mamá más que nada en el mundo. Tanto es así que, ella y Jim materializan un niño y hay un poco de magia en la forma en la cual este aparece. Súbitamente, Cindy consigue a este niño y se convierte en madre, literalmente, de la noche a la mañana. Y es una de esas mamás que realmente desea hacer un buen trabajo; ella pone tanto esfuerzo en eso que, a veces, se tropieza con sus propios pies, algo con lo cual muchos de nosotros podemos sentirnos identificados.

–¿Qué características de este proyecto te atrajeron?
–Realmente adoro la obra de Peter Hedges. Me encantó el guión cuando lo leí; pensé que era algo hermoso, me puso muy sentimental. Me gustó que abordase la idea del amor familiar desde ángulos tan diferentes. Hay una gran relación entre Cindy y su hermana, interpretada por Rosemary DeWitt, a quien sentí verdaderamente como mi hermana. Me gusta cuando uno mira a sus tíos y tías, a sus padres, y descubre cómo ellos te influencian e influencian el tipo de padre que eres. Las viejas heridas pueden abrirse nuevamente cuando tienes un hijo, que es algo transformador que ocurre en tu vida.

–¿Cómo describirías a Timothy Green?
–Es imposible para mí hablar acerca de Timothy Green sin hablar de CJ Adams (el actor que lo interpreta). La razón por la cual CJ está tan perfectamente bien elegido para su rol es que se parece mucho a Timothy Green y tiene muchas de esas místicas y hermosas cualidades que tiene Timothy. CJ tiene un corazón enorme, es pura dulzura; es paciente, amable y tierno, tal como Timothy. Creo que debe haber un momento del día en el cual él piense: “Ojalá no estuviera haciendo esto”, pero nunca se rinde y esa es una de las cualidades que tiene Timothy. CJ es tenaz sin ser agresivo; realmente quiere lo mejor para todos. Es increíblemente considerado y tiene un gran corazón, como Timothy.

–¿Es cierto que CJ es muy curioso? ¿Podrías contar alguna anécdota del rodaje?
–Él muere por saber todo, todo el tiempo. Tiene todo tipo de ideas acerca de cómo hacer mejor una escena. Yo podía hacer algunas sugerencias, o Joel, y CJ también lo hacía; no tiene miedo de expresar sus ideas, algo que habla de lo seguro que es, de la manera en la cual sus padres lo han criado… Se siente seguro de sí mismo, con amor y apoyo. Lo han apoyado durante toda su vida y uno puede ver eso. También se siente bien cuando escucha algún “no”. Algunas veces sus preguntas llegaban cuando todo el mundo estaba concentrado y la escena a punto de comenzar. Lo único que queríamos escuchar era ‘¡Acción!’ y, en lugar de eso, escuchabas: “Señor Peter, tengo una pregunta.” Todos nos dábamos vuelta y tratábamos de ver qué era lo que CJ pensaba.

–En tu opinión, ¿qué es la familia para vos hoy en día?
–Familia es en lo que vos creas. No es sólo una mamá y un papá y dos niños. Es la familia de tu trabajo, de tu vida. Familia es eso que uno desea tanto que, finalmente, ocurre, como Jim y Cindy hacen con Timothy. Es la familia que creás porque quizás tu propia familia no es todo lo que debería. En esta película, Cindy Green y su hermana, Brenda, tienen padres ausentes. Ellos no han sido los mejores padres y su tía y tío, Mel y Bub, tuvieron un papel importante en la crianza de ambas, tal como uno ve a muchos abuelos, tíos y amigos en la vida real.

–¿Pensás que esta historia es una narración de corte clásico?
–Una de las cosas que Peter especificó –y que el equipo de diseño de producción y la diseñadora de vestuario, Susie DeSanto, llevaron muy bien adelante– fue la idea de que la película podía estar ambientada en cualquier momento, en cualquier lugar. No estamos en Ohio, no estamos en Atlanta ni en California. Uno tiene la sensación de que ocurre en el Medio Oeste de Estados Unidos pero, en realidad, no necesitas saber dónde es; no es importante para la historia. De la misma manera, no nos ves a nosotros con la última tecnología. No hay referencias culturales de ningún tipo. Es una historia muy clásica.

–¿Qué esperás que el público reciba de este film?
–Esperamos que el público se ría. Y Peter también quiere hacer brotar alguna lágrima. Espero que la gente vuelva a su casa y sienta que ama a su familia, que ama el desorden de su familia. Que pueda perdonarse por sus errores como padre, como hermana o como hijo. Espero que esta sea una de esas películas que la familia pueda ver en conjunto. El protagonista es un niño de diez años así que los chicos lo pasarán muy bien en el cine y sus padres, seguro, estarán sentados al lado, con un pañuelo en la mano.
TIEMPO ARGENTINO