El Jockey podrá vender 4,3 ha en San Isidro

El Jockey podrá vender 4,3 ha en San Isidro

Por Loreley Gaffoglio
Un nuevo ciclo de renovación integral se abrió anteanoche en el “flemático” Jockey Club (JC) cuando una abrumadora mayoría de socios dio luz verde, en asamblea extraordinaria, a cuatro propuestas consideradas clave y que incluyen el cambio y monetización de los activos del club para la institución fundada por Carlos Pellegrini.
Convocados por el presidente del JC, Enrique Olivera, unos 1000 socios reunidos en la sede de Alvear avalaron su iniciativa de avanzar con una licitación pública tendiente a vender, alquilar o concesionar un predio de 43.000 m2 en Márquez y Santa Fe, perteneciente al Jockey en San Isidro.
En la votación, sólo 12 socios se opusieron. La finalidad de esa disposición de activos, que en la jerga financiera se conoce como SWAP y cuya cotización podría superar los 100 millones de pesos, es financiar un ambicioso plan de renovación, expansión y capitalización de la infraestructura en ambas sedes del JC, en Alvear y San Isidro. Tres socios, Nicolás Gallo, Manuel Solanet y Horacio Lynch, fueron los encargados de trazar el plan de inversiones y su forma de financiación mediante activos del club en San Isidro.
Se trata de las mismas 4,3 hectáreas en desuso que Bruno Quintana, el anterior presidente del JC, junto a su Comisión de Carreras, había propuesto adjudicar en forma directa por 40 años a Jorge Born (h.) para erigir un estadio. Aquel malogrado Proyecto Arena sumió al club en una inédita crisis institucional, impidió su reelección y desde hace seis meses es motivo de revisión por un Comité de Honor.
Lo aprobado ayer supone que con el 70% de lo recaudado por el predio se construyan un nuevo edificio en la sede de Alvear con espacio para alquiler de oficinas y un club house para el campo de deportes. Además, se contempla la adquisición o construcción de una nueva cancha de golf en Pilar o Luján para contener la demanda de ese deporte entre los nuevos socios, junto a la implementación de un costoso sistema de riego en la cancha de golf principal y ampliación y renovación de gran parte de la infraestructura deportiva y edilicia en las más de 300 hectáreas que ocupa el JC en San Isidro. Entre el sinfín de obras, también se proyecta la construcción de una pileta olímpica en la sede de Alvear.
Pero al tratarse del mismo predio del que quería desprenderse Quintana, la propuesta de Olivera, explicada previamente en reuniones informativas, también había generado resistencias antes del contundente apoyo en la votación de anteayer. En cadenas de mails, los socios objetaban la cesión de valiosos terrenos para financiar la modernización del club. Hablaban del sacrificio inédito de activos y, especialmente, cuestionaban “el pedido de cheque en blanco” que le atribuían a Olivera para concretarlo. Sorprendió que en la asamblea esas objeciones se disiparan.
“Ése fue el enorme mérito de Olivera -confió un socio a LA NACION-, quien al abrir la asamblea fijó el tono de cordialidad y respeto para las disidencias, formas que se habían perdido en el club.”
Entre unos ocho oradores, le tocó al financista Emilio Ocampo trazar un crudo panorama de las cuentas del club. Mientras Ocampo subrayó la necesidad de monetizar sus activos, otros socios enumeraron cuatro antecedentes en los que el JC se había desprendido de inmuebles para expandirse. Bastó con el ejemplo de la venta de una sola manzana en Santa Fe y Esmeralda en los años 20 para inclinar la votación: los memoriosos recordaron que con lo recaudado entonces se adquirieron las 394 hectáreas que hoy ocupa el Jockey en San Isidro. La Imprenta, en Belgrano, vendida en 1982, y una bodega céntrica fueron los otros antecedentes más próximos.
“La propuesta original de Quintana no era mala, pero él se había extralimitado al cortarse solo. Así, quemó la idea. Olivera jugó todas las cartas sobre la mesa, informó debidamente, y eso hizo toda la diferencia”, describió luego de la votación un socio que monitorea de cerca los manejos financieros del club.
Los otros tres puntos que apoyaron los socios fueron: 1) transformar una deuda de corto plazo en descubierto mediante la toma de un préstamo de $ 15 millones a cinco años, otorgado por el Banco Galicia; 2) estudiar una nueva forma jurídica y operativa para el manejo de la hípica y del hipódromo que podría suponer la conformación de una sociedad comercial mixta con gerenciadores profesionales, y 3) aprobar el plan de inversiones tal como fue esbozado. En ese punto, se mencionó que, con la ampliación de la sede de Alvear, en el espacio sobre Cerrito que ocupan las cocheras se podría construir un edificio de hasta 10 pisos, cuya cotización podría acercarse al valor de las 4,3 hectáreas de las que dispondrá el JC en su licitación.
Lejos de las disputas que muchos proclamaban, ayer al mediodía, en el campo de deportes del Jockey en San Isidro, muchos socios celebraban lo que entienden es un nuevo horizonte para un club centenario, que se prepara para trascender el siglo XXI.
LA NACION