El arte, un lujo cada vez más accesible

El arte, un lujo cada vez más accesible

Por Sabrina Cuculiansky
El arte es una de las pocas disciplinas que logra resistir los embates del tiempo. No sólo porque las pinturas, esculturas, fotografía o grabados pueden sobrevivir siglos y siglos, sino porque a nivel económico el mercado se adapta, subsiste y hasta resulta ganador si de obras de arte se trata.
El mercado de arte argentino es hoy uno de los mejores negocios posibles dado que las obras se venden en pesos, y si se trata de un gran artista, la cotización toma fuerza en el mercado internacional. Pero no sólo hay que comprar los grandes referentes del mundo del arte sino que hoy se ofrece una amplia gama de reconocidos y buenos artistas. Ahora es posible comprar arte a precios accesibles y con planes a medida de cada comprador.
La apuesta está en recorrer ciertos circuitos para darse cuenta de que adquirir una obra original resulta más económico que enmarcar una reproducción y, además, hasta puede transformarse en un buen negocio.
Para Adrián Gualdoni Basualdo, de Consultart/dgb, hay dos motivos para el éxito del mercado de arte en la actualidad. El primero, porque estamos en un momento positivo ya que la oferta es muy amplia. El dato que sobresale es que este año se vendió en precio récord en el país -1,7 millones de pesos- la obra Terraza, de Lino E. Spilimbergo, que adquirió Eduardo Costantini para el Malba. “Actualmente se venden con fluidez pinturas de valores más adecuados. Esto está pasando porque se está consolidando un coleccionismo que es muy amplio y que abarca desde los autores clásicos hasta las expresiones más contemporáneas”, dice Gualdoni Basualdo, El segundo factor es que “no hay demasiadas opciones para la inversión de dinero. Además, las restricciones al mercado cambiario contaron con una rápida respuesta en los operadores, y al pesificarse el mercado muchos capitales acudieron al arte como refugio”.
Las subastas y las ferias de arte son un buen puntapié para iniciarse. Las ferias, por ejemplo, ofrecen al visitante la opción de descubrir en un mismo lugar las distintas tendencias. En este camino, este miércoles se inaugura en el Centro Cultural Recoleta Al Sur del Sur, la cuarta edición de una feria de arte que alienta a los nuevos coleccionistas ya que propone obras de artistas conocidos con precios para todos. La compra de arte en esta coyuntura es una muy buena inversión. La feria está organizada por la crítica y gestora de arte Susana Negri, que explica: “Es una exclusiva feria boutique con entrada gratuita para que el público pueda deleitarse con pinturas, esculturas y objetos de unos sesenta artistas presentados por una quincena de galerías de arte”.
Ocupará las cómodas salas J y C del legitimado centro cultural y, por sus dimensiones, la recomienda como una salida ideal para poder recorrer todo el circuito sin agotarse. Habrá diez importantes artistas invitados y el paseo será óptimo para descubrir obras recientes y dejarse seducir por el discurso de reconocidos artistas. “La situación actual ofrece un momento idóneo para invertir en arte. Tanto para disfrutar de la obra colgada en casa o en el estudio, como para coleccionarla ” asegura Negri.
Como recomendación para los primerizos la curadora dice que lo mejor es comprar lo que a uno le gusta. Así como con el paladar, el ojo por el arte también se va adquiriendo. Además de disfrutar de ricos vinos y cafés, durante la recorrida los visitantes contarán con el asesoramiento de los galeristas y de la directora de la feria.
Aunque el arte siempre pareció pegado a una elite que portaba el conocimiento para entenderlo, en los últimos años el circuito se fue ampliando y hoy ya es mucho más fácil entrar en una galería de arte sin morir en el intento. Adentro los galeristas explican, asesoran y hasta ofrecen llevar las obras y probarlas en la casa.

Comprar en subasta
Los remates son otra de las propuestas. Generalmente unos días antes se exhiben las obras que saldrán a subasta para tener un panorama de la oferta y saber de antemano cuál será la base.
Pero, ¿cuánto vale una obra? Claramente no vale lo mismo una obra de un artista contemporáneo que la de un maestro. La técnica también varía el precio (óleo, acuarela, dibujo) y, por supuesto, el formato. Sin embargo, el mercado argentino ofrece arte para todos ya que hay obras de artistas jóvenes en ascenso que se pueden conseguir desde los 1000 pesos, de contemporáneos reconocidos por 10.000, o de 200.000 cuando se trata de grandes maestros.
“Comprar arte es una manera de salvaguardar el dinero en este momento. La elección dependerá del gusto, de la cotización y de la demanda sobre determinados artistas. Porque, además de negocio, comprar arte se relaciona con las preferencias estéticas de cada uno”, explica la crítica Laura Feinsilber y miembro de la Asociación Amigos del Museo Sívori.
Para Feinsilber, lo importante es estar alerta y evaluar si un artista en desarrollo podrá ir aumentando su valor. También opina que hay algunos que tienen una gran demanda pero, si de inversión se trata, hay que tener en cuenta lo que puede pasar en unos años con el exceso de repetición. “Berni en los 60 y 70 vendió muchísimos retratos de ojos grandes, pasteles y sus cuadros con barquitos de papel, obras que hoy nadie los busca. Sin embargo, las pinturas de Ramona, la serie de Monstruos o las de Juanito Laguna son más buscadas porque son escasas.”
Las subastas y las ferias ofrecen un panorama ecléctico junto a obras de todos los estilos y formatos que amplían el abanico de la oferta. Como aclara Feinsilber, en la subasta del Museo Sívori siempre hay firmas de autores consagrados y en ascenso. El comprador tiene la seguridad que es una obra de un artista que está en el mercado y que tiene valor estético. “En esta última edición, que se realizó a fines de agosto, hubo una quincena de compradores nuevos que nunca habían adquirido arte ni habían estado en remates con anterioridad”. La compra fue muy variada e incluyó desde artistas en ascenso hasta grandes maestros, como Benito Quinquela Martín. En este sentido, Gualdoni Basualdo observa que, si bien no es un es aluvión, sí hay una gran renovación, y que los nuevos compradores jóvenes tienden a elegir obras que le son contemporáneas y con una estética que les resulta afín.
Según el consultor en mercado de arte, la compra debe hacerse en lugares de prestigio y solvencia; y explica que la gente busca esencialmente que la obra le guste. “Sin duda hay que comprar lo que nos gusta, aunque sea como inversión, porque es algo que vas a ver todos los días colgado en tu casa. Si no, mejor hacete un cheque y ponelo en un marquito”, aclara con ironía.
Más allá de la buena y variada oferta que ofrecen los remates, para Gualdoni Basualdo “a los argentinos nos gusta la dinámica del remate porque tiene un componente azaroso y esa tendencia a ganar en una lucha nos conforma mucho”.
Cuando se acerca la hora de la compra, la mayor dificultad en la evaluación del artista se da con los más jóvenes, que no tienen un currículum o una carrera de exposiciones que los avale. Ahí es donde hay que acudir a los espacios legitimadores, como las subastas o las ferias de galerías de arte, ya que ofrecen una preselección que aliviana al primerizo dentro de su nueva elección.
El Arca, institución que acoge a personas con capacidades especiales y las aloja de por vida, organiza desde 2010 una subasta anual a beneficio que se lleva a cabo en el Malba. Según explicó María Garciarena, su directora, cada año llega una mayor cantidad de público interesado en comprar obras de artistas tanto emergentes como consagrados, a muy buenos precios, ya que para favorecer la venta las obras salen sin base y al mejor postor. “El comprador que participa de la subasta no sólo contribuye a una buena causa sino que con la adquisición puede deducir el monto de sus impuestos y en obras de más de 50.000 pesos puede ser un gran aliciente”, explicó Garciarena. Aunque ya es para presupuestos más importantes, sin duda, otro factor para inclinarse por el arte.
LA NACION

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