Chávez reelecto: ganó con más del 54% de los votos

Chávez reelecto: ganó con más del 54% de los votos

Por Felipe Yapur
Habían transcurrido apenas dos minutos de las 22, hora venezolana, cuando Tibisay Lucena, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, subió al estrado para anunciar que la República Bolivariana de Venezuela continúa siendo conducida por Hugo Chávez Frías. En ese mismo instante, Caracas estalló. Una impresionante cantidad de bombas de estruendo y fuegos de artificio ensordecieron, iluminaron y acompañaron el festejo de los seguidores chavistas. El 54,42% de los venezolanos respaldó al presidente socialista, en tanto que el derechista Henrique Capriles captó el 44,47 por ciento. Ahora, Chávez tiene hasta 2019 para continuar profundizando el modelo socialista. Este triunfo también tiene un impacto positivo a nivel de América Latina y, sobre todo, en los gobiernos populares que integran la Unasur y el Mercosur. De hecho, Cristina Fernández de Kirchner se puso en contacto de inmediato para felicitar a Chávez, luego de haber mandado sendos tweets alegóricos (ver aparte).
Las calles de Caracas una vez más se vistieron de rojo. Decenas de miles se dirigían anoche, al cierre de esta edición, hacia el Palacio Miraflores, sede del gobierno central, a la espera del discurso triunfal de Chávez. Mientras, Capriles enfrentaba las cámaras de TV para reconocer la derrota. Un dato más que importante, sobre todo si se recuerda que hasta la semana pasada, el fantasma del fraude era enarbolado por la oposición.
El chavismo sabía que enfrentaba una jornada compleja. Los tres meses de la campaña electoral fueron intensos pero también un poco mentirosos. Y es que la fuerte ofensiva mediática de la oposición no se limitó a este período. Desde siempre, los “escuálidos” se valieron de los grandes medios de comunicación para combatir, sin piedad, al movimiento y al gobierno que encabeza Chávez. Para colmo, los últimos dos años resultaron más tensos cuando el presidente socialista tuvo que enfrentar un duro tratamiento contra el cáncer.
La estrategia de campaña de Capriles fue prolijamente estudiada y aplicada. Le escaparon a la confrontación dialéctica y retórica. Se concentraron en lanzar promesas de convivencia, continuidad de los programas sociales que implementó en estos últimos 14 años el gobierno bolivariano. Pero ese mensaje de concordia no era perfecto. No era Capriles, pero sí los dirigentes políticos que lo acompañan o los grandes medios que le dieron un respaldo monolítico, como cuando el diario El Universal publicó –el 29 de septiembre pasado– una viñeta con cuatro militantes chavistas, con sus boinas rojas, ahorcados. Pero el candidato de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) también tiene su sombra y es el haber sido uno de los más activos “cazadores de funcionarios comunistas” durante el golpe de Estado de 2002.
De alguna manera, eso impactó a la hora de tomar una decisión electoral. En la semana que pasó, fueron miles los mensajes intimidatorios que circularon en las redes sociales, advirtiendo lo terrible que podría volverse la vida de los chavistas. Y sin duda el desgaste que produce la gestión favoreció a la oposición, pero no fue determinante. Por un lado, Chávez tiene para mostrar logros que favorecieron a los sectores populares venezolanos, que representan el 80% de la población. El plan de vivienda, por caso, lleva un año y medio de existencia y son 400 mil las casas construidas. Deberán ser tres millones en 2017. Ninguno de los partidos de la oposición tienen en su historia algo similar para ofrecer. Es más, los opositores durante estos 14 años de gestión socialista combatieron todos y cada uno de los programas sociales que acá llevan el nombre de misiones. Eso, mal que le pese al MUD, influye al momento de votar.
Las condiciones políticas e ideológicas de los candidatos también influyeron. A modo de ejemplo, cuando Chávez salió de votar dijo que Venezuela estaba por decidir entre “profundizar la independencia o volver a ser colonia”. Frente a los periodistas, Capriles dijo: “Yo soy una persona que le gusta tener amigos.”
TIEMPO ARGENTINO

Related articles