La Copa UTTA, un ejemplo a imitar

La Copa UTTA, un ejemplo a imitar

Roberto Trubba
Desde esta columna se ha comentado en reiteradas ocasiones, sobre las particularidades y fortalezas de una actividad como es la turfística, la cual permanentemente ofrece buenos espectáculos en los escenarios más importantes del país. Buenos caballos, pruebas relevantes desde cualquier punto  de vista y los profesionales más destacados de la región sudamericana son solo algunos de los atributos que determinan el grado de importancia logrado por el turf nacional.
Si bien todo lo comentado anteriormente genera orgullo para nuestra hípica, también hay que reconocer que este gran espectáculo carece muchas veces de público en las tribunas.
Muchas veces se habla de Estados Unidos o Europa como grandes ejemplos a imitar, ya que en esos recintos sus máximas autoridades innovan permanentemente en cuestiones relacionadas con el show.
No obstante, en la actualidad tenemos un ejemplo más cercano a seguir y es el que realiza la UTTA (Unión de Trabajadores del Turf y Afines) todos los meses en distintos puntos del país.
La entidad conducida por el Sr. Carlos Felice organiza la tradicional Copa UTTA, llenando todos los hipódromos del interior, con la premisa de ofrecer buenos espectáculos a los concurrentes. Y cuando se habla de espectáculo no sólo abarca lo deportivo sino que también la gente disfruta de jornadas musicales y culturales, donde desfilan varias presencias famosas que logran captar la atención del público.
Dentro de esas jornadas también sobresale lo vinculado con el plano social, en el cual se realizan obras de solidaridad, algo que no es muy común en los tiempos que corren. Por eso lo que realizan los integrantes de la UTTA es un ejemplo a imitar por los hipódromos centrales, en donde cada vez es menor la cantidad de gente que concurre, siendo un tema preocupante de cara al futuro.
La actualidad marca que en los máximos escenarios sólo hay grandes concurrencias de público cuando se realiza alguna jornada cumbre del calendario, lo cual no está mal pero también se podría hacer muchas cosas por mejorar y comenzar a integrar nuevos aficionados a la actividad.
El turf argentino viene pidiendo hace décadas un recambio generacional, y si bien, hoy no existe ningún crack convocante en las pistas, deberíamos aprovechar la presencia de grandes caballos para lograr una mayor convocatoria en las tribunas.
Sólo faltan ideas concretas para desarrollar lo expuesto. Ideas que no necesariamente deben tener abultadas bolsas de dinero o remuneraciones, tal como ocurre en muchos hipódromos del mundo.
Queda claro que el camino a seguir está más cerca que nunca y algunos directivos importantes deberían empezar a tomar nota…
ARGENTINA TURF MAGAZINE