Ryan, el republicano que quiere terminar con el Estado de Bienestar

Ryan, el republicano que quiere terminar con el Estado de Bienestar


La elección del “número dos” de Mitt Romney, el candidato del partido republicano a la presidencia de Estados Unidos, radicalizó el debate sobre el papel y tamaño del Estado y sobre el protagonismo que debe tener la iniciativa privada como motor económico del país.
En medio de la discusión en torno a la crisis económica y el déficit fiscal, que tiene como una de los puntos críticos el sistema de salud, la postulación de Paul Ryan es toda una declaración de intenciones.
El congresista por Wisconsin es autor de un drástico plan de reducción del déficit que propone la privatización parcial del programa médico para las personas mayores Medicare.
Hace unos días Obama había criticado al postulante opositor con una ironía, al decirle que era un Robin Hood al revés ya que se oponía a subirle los impuestos a las personas de mayores ingresos. Sin embargo, los grupos conservadores más radicales se habían mostrado molestos con lo que consideraban una actitud blanda del candidato sobre el tema.
Con la irrupción de Ryan, el debate sobre el rol del Estado en la economía pasa a un primer plano y supone un apoyo decidido sobre al plan fiscal.
Desde el American Enterprise Institute (AEI), un centro de estudios vinculado al Partido Republicano, se valora positivamente la selección de Ryan. “Es un anuncio que va a inyectar más entusiasmo a los votantes. Los votantes republicanos veían a Romney como un candidato con pocas sorpresas”, señaló la investigadora del AEI Jennifer Marsico. Pero el postulante a la vicepresidencia, muy cercano al sectario, pero poderoso Tea Party, aportará un buen caudal de recursos a la campaña de su partido. En sus 13 años en la Cámara de Representantes, Ryan se relacionó con acaudalados donantes.
En uno los primeros actos, el candidato conservador, participó en un acto de recaudación de fondos, a puerta cerrada en el casino Venetian, propiedad del empresario Sheldon Adelson que ostenta una fortuna estimada de u$s 24.900 millones, según Forbes.
El congresista tienen también buena relación con los millonarios hermanos Charles y David Koch, propietarios de Industrias Koch, cuya fortuna combinada asciende a u$s 50.000 millones y uno de los grupos más críticos a los grupos de defensa del medio ambiente.
Ryan logró que se incrementaran notablemente los aportes para la campaña. En las 24 horas posteriores a su elección, el Partido Republicano recaudó u$s 3,5 millones a través de Internet.
EL CRONISTA