El Latinoamericano entró en las gateras

El Latinoamericano entró en las gateras

Por Carlos Delfino
La visibilidad se había reducido a sólo unos metros cuando un diluvio cayó sobre el hipódromo de Palermo en la tarde de ayer. Sin embargo, el salón del tercer piso de la tribuna Paddock estaba colmado de gente con la mira en el sábado, día en el que el circo metropolitano hará por primera vez el Gran Premio Latinoamericano. Y estrenando distancia: 2100 metros.
Locales y visitantes coincidieron con asistencia perfecta en el sorteo de gateras. Entrenadores, propietarios, capataces y veterinarios se mezclaron entre las autoridades porteñas y la prensa para elegir el lugar que sus caballos ocuparán en los partidores. Serán quince finalmente los protagonistas, con los argentinos Aristocity y Star Runner en los extremos. “Los últimos serán los primeros”, decían, con una sonrisa, Ernesto Romero y Enrique Núñez, preparador y propietario del ejemplar cuya bolilla quedó para el final. “Hay que ver el lado positivo”, agregaron, desdramatizando los caprichos del azar.
Star Runner saldrá de la jaula 15 en busca de los 240.000 dólares reservados al vencedor. “Hubiese sido peor largar uno. Así se pierden metros, pero se gana en libertad”, explicaba Romero. A su lado, estará otro argentino: Bogeyman. En ese cuerpo de gateras también ingresará Expressive Halo (11), listo para volver a escena, a tres meses de su impacto en el Carlos Pellegrini y con dos pasadas formando parte de su puesta a punto. Cafrune largará del 4 e Ibeman lo hará del 9.
Inolvidable (5), uno de los tres que arribaron de Perú, había tenido temperatura en su primer día aquí. Ayer ya pudo galopar, síntoma que refleja su recuperación. Es un caballo que se mueve entre los punteros, a diferencia de Al Qasr (8) y Almudena (12). Los tres chilenos también estarán separados: Galantuomo (3), Quick Casablanca (6) y Matter of Time (10). Los restantes extranjeros llevan más tiempo aquí: Mr. Nedawi (2) ganó los últimos dos Dardo Rocha, y Alcazar (7) y Nansouk (13) llegaron hace unas semanas desde Uruguay.
LA NACION