Gracias a OSPAT, recibieron un trasplante y siguen adelante con sus vidas

Gracias a OSPAT, recibieron un trasplante y siguen adelante con sus vidas

OSPAT, junto al resto de las instituciones de su red, ha dado a sus afiliados que requirieron un trasplante una oportunidad para seguir adelante con sus vidas. Rubén Brachmann y Fernando Enríquez, ambos afiliados de Misiones, son dos ejemplos de ello.
Debido a una insuficiencia cardíaca irreversible, Rubén fue alojado en la Ciudad de Buenos Aires durante 11 meses a la espera de un donante. Finalmente fue trasplantado en la Fundación Favaloro el 3 de agosto de 2011. Por su parte, Fernando recibió un trasplante renal de un donante familiar en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento en agosto de 2009. Ambos regresaron a Misiones luego de la intervención y actualmente realizan controles periódicos en Buenos Aires.
Otro caso exitoso es el de Rolando Rocco, quien debió ser trasladado de urgencia en un avión sanitario desde Bariloche a causa de una insuficiencia hepática aguda. Gracias a la rápida aparición de un donante, puedo ser trasplantado en la Fundación Favaloro al día siguiente de su llegada. Con 34 años, Fabián Mezza Guzmán fue internado en el Hospital Argerich en coma hepático, pero también debió ser trasladado de urgencia a la Fundación Favaloro para recibir un trasplante de un donante de Corrientes.
El trasplante es una práctica médica habitual, indicada para determinadas enfermedades cuando no existe otra alternativa terapéutica. Consiste en el reemplazo de un órgano o tejido enfermo por otro sano proveniente de un donante fallecido. Sólo ante una necesidad extrema se plantea la posibilidad del donante vivo, para lo cual debe existir un vínculo familiar.
Ese fue el caso de Walter Herrera, que recibió un trasplante renal de un donante familiar en noviembre 2010. La intervención se hizo en el Sanatorio Allende de Córdoba, donde realiza actualmente los controles habituales.
El éxito de estos trasplantes demuestra que, los criterios utilizados para la elección de sus prestadores, le permiten a OSPAT brindar una asistencia sanitaria de calidad y garantiz ar la previsibilidad necesaria ante el desarrollo de eventuales afecciones graves.

DONAR VIDA EN VIDA
En Argentina se realizan trasplantes de órganos (riñón, hígado, corazón, pulmón, páncreas e intestino) y de tejidos (córneas, piel, huesos, válvulas cardíacas), así como también de células progenitoras hematopoyéticas (CPH), más conocidos como trasplantes de médula ósea.
Denise Macarena González es afiliada de la provincia de Mendoza. A los 16 años debió ser trasplantada con médula ósea a partir de CPH obtenidas en los Estados Unidos, a través de una gestión conjunta de OSPAT con el INCUCAI, dado que no existían donantes compatibles en la Argentina. Otro caso de de este tipo fue el de la pequeña Luz Haurich, una afiliada de Misiones que, con apenas 5 años, fue trasplantada en el Hospital Garrahan a raíz de un tumor germinal en enero de 2010.
Mientras que los órganos o tejidos se trasplantan a partir de donantes fallecidos, las células para el trasplante de médula ósea se extraen de donantes vivos. Existe un Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas, dependiente del INCUCAI, en el que pueden inscribirse como donantes todas las personas entre 18 y 55 años que pesen más de 50 kilos y se encuentren en buen estado de salud.

VOLUNTAD DE DONAR
A través de un trámite sencillo que no requiere ningún estudio médico, todas las personas mayores de 18 años pueden manifestar su voluntad respecto a la donación de sus órganos o tejidos. Para manifestar en forma expresa la voluntad afirmativa o negativa de convertirse en donante de órganos, existen los siguientes canales: firmar un acta de expresión en el INCUCAI o asentarlo en el Documento Nacional de Identidad en las oficinas del Registro Civil.
Cuando no existe una manifestación expresa, la ley presume que la persona es donante. En estos casos, se le solicita a la familia el testimonio sobre la última voluntad del fallecido.